El sueño olímpico de Dolores Moreira va rumbo a Tokio. La velerista sanducera, que será de la partida en el campeonato de Laser Radial de los Juegos Olímpicos, partió anoche rumbo a la sede del torneo en medio de gran expectativa.
Son dos días de viaje, por lo que junto a su técnico Luis Chiapparro llegará mañana a Tokio. “Luego tenemos hasta el 15 para aclimatarnos por el cambio de horario, y desde ese día ya podemos navegar. La cuarentena la hicimos antes, aunque con libertades porque se podía entrenar”, dijo previo a la partida.
“Lola” afrontará su segunda cita olímpica, aunque lógicamente con más experiencia. Y tiene también a su favor el hecho de que conoce el lugar donde se desarrollarán las regatas.
“He competido ahí en varias ocasiones y me ha ido bien. Las condiciones son muy variadas, no sabemos lo que nos va a tocar, pero lo bueno es que conocemos la zona de regatas y sabemos qué hacer con determinado viento. Y lo que no conocemos, lo vamos a conocer en estos días previos, pero estamos todas en las mismas condiciones”, remarcó.
¿Cómo llega a los Juegos? “Mucho mejor de lo que esperaba después de un año y medio de no competir”, confesó Moreira, quien tras ese tiempo sin poder afrontar un torneo pudo viajar a Portugal para disputar un par de campeonatos no oficiales y luego un reconocido torneo en Holanda.
“Llegué asustada, es la realidad, pero cuando competí me encontré con lo que me faltaba por corregir, pero también con lo que estaba bien Y fue positivo porque sentí que no había perdido demasiado”, confesó.
En el primer torneo la largada jugó una mala pasada. Pero mejoró en el segundo y rápidamente, para ser primera. Y en Holanda, estuvo a nada de colarse en la final.
“Bastaron pocas regatas para darme cuenta de que lo que había perdido podía recuperarlo rápido. Arrancaba muy mal, pero lograba recuperar, así que era lo que faltaba pulir y fue sobre lo que trabajamos cuando volví. En el resto, estuve rápida en cuanto a velocidad y el trabajo táctico fue bueno”, remarcó.
“Lola” destacó que “Holanda fue lo más parecido a lo que una se podrá encontrar en los Juegos, porque estaban todas las rivales ahí, salvo un par. Y terminé empatada con la que clasificó a la final en el décimo lugar”, dijo.
Ahora mira para adelante y con la confianza de que “llego con más experiencia, ya no me ven como la niña, y estoy y me siento distinta, más confiada en cómo navego”.
“¿La verdad? El aplazamiento de los Juegos me vino muy bien porque estuve lesionada y recién en octubre del año pasado pude recuperarme y entrenar fuerte. Luego no sabía si se hacían los Juegos, pasé mucho nervio, la pasé mal en la cuarentena, pero por suerte estoy bien físicamente y en todos los aspectos, porque se formó un equipo tremendo de trabajo”.
