El artista plástico Fernando Irecio terminó de plasmar esta semana el mural en homenaje al personal de la salud en una pared del local de la Federación de Funcionarios de Salud Pública, una obra que comenzó a gestarse el año pasado, en el inicio de la pandemia.
“Ya hace un año y medio que estábamos en la vuelta. Lo pensé, lo diagramé, lo trabajé un poco. Antes de la pandemia tenía otro proyecto de trabajo, estaba trabajando en dos proyectos de murales diferentes para hacer, pero vino la pandemia, cerró todo y me pareció que había que hacer algo al respecto”, dijo a EL TELEGRAFO.
Prosiguió diciendo que “me acuerdo que fue un viernes el día que nos ‘encuartelaron’ a todos, y el siguiente lunes yo me quedé en casa, trabajando con mis cursos, mis clases, organizando todo, que fue caótico, todo virtual, el liceo, el instituto. Y mi mujer el lunes tuvo que ir al hospital a trabajar, ella trabaja en la parte de nutrición del hospital, en la primera línea de defensa. Entonces recuerdo que me sentí raro, cómodo en casa, tranquilo y ella tenía que salir todos los días”.
AGRADECIMIENTO
Irecio expresó que todos los días hablaban de las cosas que pasaban, pero hubo una situación puntual que fue el disparador de este reconocimiento. “Recuerdo que una señora, que vino no sé de donde, de las primeras que estuvo en el CTI, que salió y agradeció a los médicos en una nota; que me parece perfecto agradecer a los médicos, pero también dije, los médicos son parte del personal de salud, hay que agradecer a todo el personal de la salud”, recordó.
Así fue que nació la idea de hacer el homenaje a todo el personal. “Se me ocurrió hablar el tema de que cuando hablamos del personal de la salud, hablás desde las personas que te llevan en la camilla, los auxiliares, la gente de servicio, los guardias; me parecía que en un momento en que el mundo se caía abajo esta gente se puso el futuro al hombro, porque fueron los primeros en la primera línea de batalla. Cuando nadie sabía lo que era”, dijo.
El artista dijo que la idea es continuar con otros agradecimientos que entiende necesarios. “Este es el primero, que el sindicato de ASSE de Paysandú me permitió hacerlo en el muro, que me solventaron los gastos, que tienen una pared espectacular y era un homenaje a todo el personal. Queda pendiente, ahora que está este pronto, ampliarlo, llevarlo más allá, y pensar que por ejemplo la policía nunca paró, los choferes de ómnibus nunca pararon, los choferes de camiones nunca pararon, la gente del campo, los vendedores, los profesores”, adelantó.
ESENCIALES
Comentó que “en un momento como ahora que están haciendo homenaje al GACH, que merecido lo tienen, me parece que hay que ampliar el abanico y agradecer a todo el mundo”.
Irecio estimó que el tamaño de este mural es de entre 19 y 20 metros, y unos 3 metros y medio de altura. “Lo ves en la foto y es enorme. Ya lo tenía diagramado, retomamos el diálogo con el sindicato ahora hace poco, les pasé el diseño que yo tenía pensado, se modificó un poco, porque en el primer mural no estaban las vacunadoras, en este caso las incorporamos, porque es personal esencial ahora, que están trabajando palo y palo”, afirmó.
El trabajo comenzó el miércoles por la noche y el sábado estaba resolviendo los últimos detalles que faltaban. “Lucía me acompañó, fue algún que otro amigo a dar una mano, algún alumno también, pero básicamente ha sido medio solo”, dijo el muralista.
