Soy gran fanática de los cielorrasos. Lo admito. Entro a una casa, templo, edificio histórico, y lo primero que hago es levantar la vista. Quizá sea producto de todas las clases de Historia que he tomado desde la escuela hasta la universidad. No lo sé. De lo que sí estoy segura es que, muchas veces, los cielorrasos cuentan cosas del edificio, de la familia, de la vida que sucede debajo.
El cielorraso es la estructura que se encuentra en el interior de una construcción. Se coloca muy cerca del techo, paralelo a éste. Aunque en sus orígenes funcionaba solo como algo decorativo, actualmente tienen también la función de aislar térmica y acústicamente.
Sus ventajas son muchas. Hacen que el ambiente sea más acogedor ya que baja los techos que están muy altos. Además cubren tuberías, cables e imperfecciones que quedan a la vista. A su vez, traen calidez en el invierno y frescura en el verano. Su instalación es muy sencilla y rápida ya que no necesita ladrillos, mezcla, ni materiales “duros” de construcción. Son excelentes aislantes acústicos y también pueden colocarse en techos exteriores, como en galerías y en aleros.
Dan posibilidades de diseño infinitas y, si te aburriste y querés rediseñar, es fácil de desmontar. Son muchos los tipos de cielorraso que se pueden encontrar en el mercado y estas ventajas son comunes a todos. Si los querés ver, tocar o tenés alguna duda, en Barraca Sanitaria Paysandú tienen todos los modelos para vos.
Si buscás un cielorraso liso a la vista, lo mejor es hacerlo de yeso. Las placas se atornillan a una estructura de acero galvanizado y las uniones que quedan entre ellas se disimulan con masilla y cinta de papel. Luego se pinta toda la superficie, dando como resultado una placa totalmente lisa y uniforme. Puede pintarse de cualquier color o diferentes texturas, e incluso revestir con vinílico.
Aunque el cielorraso de yeso es fácil de colocar, es verdad que hay algunos aun más sencillos. El cielorraso desmontable es uno de ellos. Consiste en placas semirígidas de lana de vidrio, que tienen la capa que queda a la vista cubierta de PVC. La mayor ventaja que tiene es que posee funciones de aislamiento acústico y térmico, sin necesidad de agregarle ningún material extra. Además es económico, liviano, de fácil armado y resistente al fuego.
El cielorraso de PVC también es muy fácil de colocar. Son tablas de PVC que se atornillan a una estructura de aluminio, madera o acero galvanizado. Las placas se van encastrando de forma tal que los tornillos quedan debajo y no se ven. Vienen en varios diseños – blanco e imitación madera- por lo que se adaptan perfectamente al estilo de la habitación donde se quieran colocar. Además, son estéticamente lindos, no necesitan mantenimiento y tienen la ventaja de ser resistentes al agua.
Ya que hablamos de madera, este es otro material apto para cielorrasos. Es ideal para utilizar en el hogar pues brinda calidez a los ambientes, aunque no son recomendables para lugares que están expuestos a la humedad, como baños y cocinas. Hay muchos tipos de madera que se pueden utilizar, y es posible dejarlas de su color natural o pintarlas. En ambos casos es necesario realizar mantenimiento cada cierto tiempo, dependiendo del tipo de madera elegido.
Los cielorrasos decoran el hogar, la oficina, el estudio, pero no solo eso. También brindan calidez, aislación térmica, aislación acústica y un toque personal a los lugares que los incorporan. El tipo de cielorraso a utilizar depende del efecto buscado y del uso que se le va a dar al ambiente. Así que si eso te genera dudas, podés pasar por la Sanitaria para asesorarte y ver qué tipo de material es el ideal según tu presupuesto y aquello que buscás: consejo de una fanática de los cielorrasos.
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