Compromiso de pago por energía eólica condiciona la reducción de las tarifas

Julio Luis Sanguinetti, vicepresidente de UTE.

La incorporación de 1.500 megavatios de energía eólica por UTE, y el compromiso de pago por esta energía, condiciona la posibilidad del ente de abatir los costos de la tarifa a los clientes, aunque en esta dirección se está trabajando fuertemente con los planes de tarifa inteligente, destacó a EL TELEGRAFO el vicepresidente del organismo, Julio Luis Sanguinetti.
El jerarca también apuntó que la deuda del fracasado proyecto de Gas Sayago, durante la anterior administración gubernamental, ha distraído recursos de UTE por más de 200 millones de dólares, que es otro legado negativo recibido por esta administración.
Destacó que UTE “es una empresa sólida, que tiene un cuerpo gerencial y un cuerpo de técnicos y de funcionarios que están muy capacitados, en tanto la empresa tiene ya caminos predeterminados. Uno de ellos era el asumir el cambio de matriz energética, definitivamente. En ese aspecto está el desafío de lograr que el cambio de matriz llegue a las tarifas, lo que todavía va a llevar algunos años, porque los contratos eólicos se hicieron con precio fijo, y eso le da una rigidez a la estructura de costos de UTE que nos permite movernos poco”.
A su vez al indicársele que se ha cuestionado que se está pagando la herencia de un precio alto por energía eólica que no se consume y no se puede aprovechar, evaluó que efectivamente es así, y que “son contratos de abastecimiento firme, porque todo lo que un molino produce UTE tiene que comprarlo lo use o no lo use. A la vez, hay capacidad sobreinstalada, porque en su momento los gobiernos anteriores decidieron instalar determinada capacidad eólica, y en mi impresión se sobredimensionó esa instalación, que se llevó a casi 1.500 megavatios, cuando había un acuerdo multipartidario de instalar 300”.
“Si bien podemos decir que 300 era poco, a la vez 1.500 parece mucho, porque si bien la demanda va a ir creciendo, mientras tanto esos 1.500 megavatios hay que pagarlos. Eso nos ha dado una situación de rigidez que aunque no nos afecta financieramente, cuando teníamos el propósito de trabajar en una baja de tarifas importante, estamos ante un condicionamiento para poder ir en esa dirección. De cualquier manera el Plan Inteligente, los medidores que estamos instalando en todo el país y la afiliación de la persona al plan va a permitir tener un 10 o un 15 por ciento en el abatimiento de precios de la factura que la gente recibe”, evaluó.
“En este plan hay que adecuar el consumo a los horarios establecidos por fuera de las horas pico, que es cuando UTE produce más barato, que las redujimos de seis a cuatro horas”, señaló el jerarca.

Movilidad eléctrica

Consultado sobre si el gradual pase del parque de vehículos de motores a explosión a motores eléctricos le plantea un desafío significativo al ente, Sanguinetti consideró que “no, porque si bien la implantación de la movilidad eléctrica es una corriente mundial, porque le baja al usuario la cuenta de combustible, por otro lado las unidades son más caras y hay un punto de equilibrio que cada uno tiene que encontrar. El vehículo eléctrico todavía es caro, pero los costos van a ir bajando lentamente, y van a ir haciendo más accesible la movilidad eléctrica y eso va a hacer que nos aumente el consumo por ese lado. Pero no nos impone ningún desafío. Salvo sí la instalación de los cargadores, y cada Intendencia decide donde van a quedar emplazados estos cargadores, razón por la que hemos estado en Paysandú y firmado un convenio con la Intendencia Departamental”.
“El plazo depende de la Intendencia, que nos indique los lugares y nosotros automáticamente los colocamos, no hay problema para ir y poner los cargadores. Hay que hacerlo porque es la manera de facilitarle al ciudadano que pueda comprar una movilidad eléctrica y utilizarlo. En la zona de Montevideo ya tenemos cargadores instalados en estaciones de Ancap, no es de alta complejidad y en el futuro, lo más lógico es que una persona compre el cargador con el auto para tenerlo en su domicilio. La instalación pública de los cargadores es para facilitar, por ejemplo, si la Intendencia quiere incorporar taxis o buses eléctricos, poder cargarlos en los cargadores públicos, porque necesita tenerlos en distintos lugares”, explicó.

El arrastre negativo de Gas Sayago

Entre los factores condicionantes que recibió la actual administración de UTE figura “el arrastre del gasto que tuvimos en el fracasado proyecto de Gas Sayago. El organismo asumió más de 120 millones de dólares de pérdida directa, y distrajo más de 200 millones, mientras nos quedan unos 20 o 30 millones todavía. El proyecto perdió 230, y el costo de UTE fueron 130. Los otros 100 podían haberse gastado y fueron un préstamo que se pidió a la CAF (Banco Interamericano de Fomento), que se utilizó y cuando se cobró la multa de Gas de France, se pagó ese préstamo. Pero son otros 100 millones que están en la vuelta. Es decir que el costo directo de este fracaso para UTE va a terminar siendo de unos 150 millones de dólares, y en todo el período fueron de unos 230 millones”.