Alumnos de la Escuela 8 –desde Inicial hasta sexto año– se encuentran trabajando en una serie de instalaciones lúdicas en el patio del centro escolar como un aula extendida, “atendiendo a que el aula no es solamente el salón de clase, sino cualquier espacio donde haya enseñanza y aprendizaje”, explicó la directora Alejandra Dos Santos.
En este sentido, los docentes trabajaron en forma colaborativa, pensando en los diferentes juegos. En este caso lo hicieron en el área de la lengua, con la lectura, enmarcado en el proyecto de ciclo que es una metodología de trabajo que realizan todas las escuelas del país.
Existen dos ciclos, uno desde Inicial hasta 3º año, y el segundo ciclo que va desde 4º a 6º. Esto conlleva a que los docentes presenten una mirada más amplia de grado, por ejemplo un maestro de segundo año cuando realiza una propuesta de enseñanza debe pensar en los niños de inicial, de primero y de tercero. “Dentro del propio aula hay diversidad, hay singularidades que atender; por eso en este pienso del grado anterior y posterior estoy pensando también en los niveles que tengo dentro del grupo, eso es a grandes rasgos la mirada en clave de ciclo”, explicó Dos Santos.
En este sentido, se buscó materializar lo que los docentes trabajan en forma cotidiana en algo físico, en donde todas las clases pudieran ir pasando por diferentes juegos, en donde cada niño puede elegir una opción. Es decir, “dentro de un mismo juego hay diferentes niveles de complejidad y eso permite al docente evaluar claramente el nivel en el que se encuentra, en este caso, el proceso de lectura del niño”, indicó.
Aceptación de lo diverso
En esta oportunidad los docentes se pusieron de acuerdo para trabajar en un mismo itinerario, basado en la aceptación de lo diverso. “Ese es el hilo conductor, aceptar lo diverso, por lo que se hizo hincapié en incluir lo lúdico en la lectura”, explicó la subdirectora Silvia Fernández. “Leen a través del juego, para poder jugar tienen que leer, ya sea imágenes o texto”, remarcó.
