Días pasados, en vuestro periódico se realizó una nota que llevó por título “Conteo de turistas empleará big data, basado en señales de telefonía móvil”, en que el ministro Germán Cardoso afirma: “Todo lo que se venía haciendo era un poco a ‘ojímetro’, o ‘tanteo’, no había un dato científico, que ni un operador o un inversionista, o ni siquiera ustedes mismos, la prensa, pudiera ir a cotejar el dato científico sobre si lo que estábamos diciendo era real”.
Las cifras del Ministerio de Turismo son consideradas las únicas cifras oficiales de turismo del país, siendo el Departamento de Investigación y Estadísticas Turísticas (I&E) parte del Sistema Estadístico Nacional (SEN), al amparo de la Ley 16.616, cuyo rector es el Instituto Nacional de Estadística (INE)
Las declaraciones del referido jerarca, no resisten el menor análisis y bastaría que las cotejara con las autoridades del Banco Central del Uruguay (BCU), quienes por décadas recurrieron al Ministerio de Turismo para recopilar los datos que alimentan a las Cuentas Nacionales de este país, o bien hacerlos con la Dirección Nacional de Migraciones (DNM), que aporta la información de las personas ingresadas, así como al Instituto Nacional de Estadísticas (INE), contribuyen a supervisar el diseño muestral de las más de 20 mil encuestas anuales realizadas en los puntos de salida del país, las cuales permiten recabar la información del gasto de los turistas y “satisfacción del cliente”.
Asimismo han sido fuente de los trabajos económicos de todas las consultoras económicas privadas del país, las que regularmente consultan el Ministerio o participaron de actividades analizando el proceso del turismo de nuestro país.
La metodología de trabajo no se creó en marzo del 2005, sino en 1977. Es trabajo de decenas de técnicos del Ministerio, en colaboración con la Organización Mundial de Turismo, que ubicaba a Uruguay entre los países con mejores registros turísticos.
Incluso, desde el año 2008, junto con el INE se incorporó un módulo de Turismo, con 4 mediciones, procurando información sobre el Turismo Interno, cosa de la cual carecía el país. Trabajo que contribuyó a llegar a los datos requeridos para lograr establecer una Cuenta Satélite de Turismo (CST), con la cual se pudo contar a partir del año 2009.
Más adelante el propio ministro vuelve a referirse a cosas que parece desconocer, o afirma algo a sabiendas de que no es así, al incorporar el Observatorio del Corredor de los Pájaros Pintados (CPP), en ese rango de “talenteo”, cuando podría haber recurrido a quienes diseñaron o participaron en su construcción.
El Observatorio Turístico del CPP, se puso en línea a través de su web en 2018. Luego de más de un año y medio de trabajo.
En 2017, por llamado público se contrató a una especialista, economista de formación, especializada en Economía y Gestión del Turismo Sustentable, con estudios en Uruguay y el exterior en medición de impactos de la actividad turística, y docente en el CURE, quien diseñó en diálogo con el MinTur y con otros agentes, un Manual Operativo del Observatorio.
El proyecto continuó con una Cooperación Técnica de la Corporación Andina de Fomento (CAF), a través de fondos no reembolsables, donde se establecía un plan de trabajo aprobado por dicho organismo. Seguramente no debe ser muy comprensible por la CAF, las declaraciones del ministro respecto al proyecto que promovió y auditó en su desarrollo, presentado en su propia sede de Montevideo. En el marco de ese convenio, se estableció una capacitación a todas las intendencias sobre la significancia de un observatorio y la forma de relevar datos. Asimismo, dentro de este proyecto, se dotaron a las intendencias de equipamiento especial para cargar información.
La Universidad de la República, a través de un equipo docente del departamento de Ciencias Sociales, realizó un trabajo durante un año, en el que se investigó la oferta y demanda turística del Corredor. Y su trabajo también coincidió con la encuesta de demanda que desarrolla el trabajo de Turismo Receptivo del propio MinTur.
El 29 de octubre de 2018, las intendencias de Colonia, Soriano, Río Negro, Paysandú, Salto y Artigas, firmaron un convenio de creación del Observatorio, donde existían compromisos de todas las partes en aplicar las pautas técnicas establecidas y lideradas por el propio MinTur.
La web del Observatorio contenía la mayor cantidad y la mejor calidad de datos existentes de turismo receptivo, y de oferta de todo el litoral uruguayo. Toda información producida bajo pautas científicas, y validadas institucionalmente.
El ministro podría haber utilizado esa base, cambiarle o agregarle lo que considerara y aprovechar el tiempo y los recursos que ya se habían invertido. Sin embargo, optó por no considerar trabajo científico al trabajo de científicos, y a la salida fácil de no decir la verdad.
Respecto al uso de los datos que pudiese generar Antel, sin duda puede ser un aporte positivo. Desde hace al menos cuatro años, se estaban estudiando tales posibilidades, incluso existe un “convenio marco” entre ambas instituciones, que procuraba el uso de la telefonía móvil para aggiornar los números del turismo en la “frontera seca”.
Las informaciones que aporta esta sería importante complementarlas o contrastarlas con algunas variables turísticas, no así como fuente de datos “duros”. Para visibilizar pongamos uno de tantos ejemplos: el caso de Argentina (nuestro principal mercado), donde la empresa Personal, única con convenio para el uso de roaming de Antel, tiene algo más del 30% del mercado de telefonía móvil en dicho país, es decir que incluso si se diera el caso, irreal, de que toda la población viniese de vacaciones a Uruguay, estaría quedando por fuera el 70% de las personas que utilizan telefonía móvil en el país vecino. Además cada vez con mayor frecuencia los viajeros suelen comprar un chip prepago, de cualquiera de las empresas locales, para mantenerse comunicados, perdiendo así la posibilidad de captar su ingreso y movilidad dentro del país. Estos son solo algunos de los inconvenientes que presenta el uso de movilidad a nivel internacional.
Para el análisis del “turismo interno” o “doméstico” la problemática es otra. Previo a la vigencia de la Ley de Urgente Consideración N° 19.889, cuyo artículo 471, que permite a los usuarios de servicios móviles cambiar de compañía manteniendo su número, Antel acaparaba el 50% del mercado de telefonía móvil de Uruguay. Es decir que no bastaría con tener la información de una sola compañía de teléfonos. Pero aún cuando manejase el 100% del mercado, no se puede determinar qué proporción de viajeros corresponde a turismo sin conocer su motivo de viaje, no se puede conocer el total de gasto generado por la actividad turística simplemente observando la movilidad, no se puede distinguir si habiendo dos o más servicios registrados bajo el mismo nombre se trata de un usuario con varios números (con lo cual se estaría repitiendo el dato), o distintos usuarios que utilizan el servicio registrado a nombre de una sola persona (ejemplo: grupo familiar, empresa u otro). A partir de estas informaciones y los criterios de manejo técnico profesional para la relevamiento y proceso de datos de turismo en el Uruguay, sería importante entender mejor, con más solidez, a la hora de responder preguntas relacionadas con la big data y las informaciones que puede aportar para saber más sobre los visitantes que llegan al país o se mueven dentro de él. Benjamín Liberoff , Subsecretario de Turismo 2015 – 2020