Un cambio de postura acertado

El fútbol del Interior finalmente podrá retomar con su actividad luego de mucho tiempo, en virtud de que el gobierno nacional, a través de la Secretaría Nacional del Deporte, liberó la posibilidad de que los hinchas puedan concurrir a las canchas.
El aspecto es clave para que el fútbol del Interior pueda mantenerse en pie, tener actividad y posibilidades de desarrollo.
El año pasado la Secretaría había liberado la presencia de público, lo que se concretó con actividad en escasas Ligas a lo largo y ancho del país, pero el experimento fue un fracaso dado que no se respetaron los protocolos y rápidamente, sumado además al aumento de casos, se decidió eliminar esa posibilidad.
Sin público, pudo el año pasado terminar la Copa Nacional de Clubes porque había un aporte de la empresa que transmitió la competencia, y algunas Ligas pudieron tener actividad, pero contadas con los dedos de una mano.
La Organización del Fútbol del Interior (OFI) solicitó insistentemente a la Secretaría Nacional del Deporte, con la que trabajó para ello, la apertura al público de las canchas. Desde el organismo de Estado se aseguró que sería justamente el fútbol del Interior la primera actividad deportiva que contaría con público, lo que finalmente habilitó a partir del 20 de agosto.
Según el protocolo, se admitirá la presencia de 300, 500 o 700 simpatizantes, de acuerdo al tipo de escenario de juego, con separación social y el uso de tapabocas durante todo el espectáculo. La exigencia, para todo mayor de 12 años que quiera concurrir a un partido de fútbol, será tener doble vacunación contra el coronavirus, por lo que se deberá presentar constancia al momento del ingreso.
Las reglas están claras para el público, pero las mayores dudas estaban en qué sucedería con los protagonistas de los espectáculos, es decir futbolistas, árbitros y cuerpos técnicos.
OFI había informado a EL TELEGRAFO, a través de su vicepresidente Jorge Ortiz, que se solicitaría no solo doble vacunación sino también un PCR negativo realizado 48 horas antes para aquellos que no estuvieran vacunados, pese a que desde la Secretaría se había indicado a este medio que no habría exigencia para los protagonistas, y se daba la libertad de decisión a las Federaciones.
La medida despertó polémica, teniendo en cuenta que si bien las restricciones para el público se enmarcan dentro de lo que se entiende como derecho de admisión, no permitirle a un deportista hacer deporte porque no está vacunado llamaba la atención, más aun cuando la vacuna no es obligatoria.
Pero finalmente OFI decidió no poner exigencias para los protagonistas de los juegos. El motivo no fue solo el antes señalado, sino que se entendió que podrían surgir, con esa restricción, algunos reclamos laborales.
La Organización dejó atrás su decisión final, y el cambio de postura es sin dudas positivo. Pero también lo es el hecho que, al menos puertas adentro, se pensara que podría surgir algún reclamo, lo que habla a las claras y termina de confirmar que el fútbol del Interior dejó de ser, en su mayoría, amateur.
Y allí se abre un poco más la puerta que estaba semiabierta en cuanto a la relación de los jugadores con los clubes y la libertad de acción. Hace algunas semanas se instauró la polémica cuando OFI votó un cambio transitorio de la norma que establece los motivos por los cuales un futbolista queda libre, dado que el cambio reglamentario fue realizado de manera unilateral, perjudicando a los jugadores y de forma retroactiva.
Todos estos inconvenientes creados por la pandemia y el hecho de no haber tenido competencia en la mayoría del país el pasado año, podrían evitarse justamente si el fútbol del Interior tomase conciencia y repasase el pensamiento de OFI a la hora de no solicitar la vacunación para los futbolistas.
Hace mucho tiempo que el fútbol del Interior dejó de ser amateur, es decir que un futbolista no recibe dinero por vestir determinada camiseta, e incluso representar a su departamento a nivel de selecciones. Y lo mismo sucede con los cuerpos técnicos.
¿Es que todavía alguien puede pensar que se juega solo por amor a la camiseta? Por partido, por mes, por gol convertido, por penal atajado, en dinero o especies, jugadores y cuerpos técnicos reciben un pago por su trabajo.
La gran pregunta es por qué no se regulariza la situación. Si se entiende que no se puede exigir vacunación porque podría existir alguna demanda a nivel laboral, sería positivo también poner definitivamente el tema sobre la mesa y sincerarse.
Ya hemos señalado que FIFA establece que hay dos tipos de jugadores, los amateur y los profesionales. Es decir aquellos que no tienen contrato, y los que sí. Los que son libres de jugar donde quieran, y los que deben atenerse a la letra fría de lo que firmaron y cumplir los plazos establecidos.
El hecho de que los jugadores tengan contrato daría tranquilidad a los clubes, sobre todo pensando en que nadie se los lleve por dos monedas como ha sucedido históricamente.
Y esos contratos no tendrían que ser en miles y miles de pesos, sino quizá podrían establecer lo que hoy en día se acuerda con los futbolistas que, también es justo decirlo, lejos está de ser un dineral. Pero la situación daría tranquilidad. Y se comenzaría a transitar un camino mucho más transparente para todos.
Entonces, ¿cuál es el motivo por el que no se da esta situación y se establece en papel el vínculo actual que tienen los jugadores del Interior con sus clubes? Seguramente porque un contrato establece derechos a cada parte, pero también obligaciones. Y se deberá aportar lo que se debe por ello.