Durísimo. Fueron otra vez, como ante Colombia, 30 minutos queriendo tomar el protagonismo, apostando a sorprender. Es cierto, con una receta totalmente diferente que la utilizada el pasado jueves ante los cafeteros.
Pero anoche, en el Monumental, Uruguay tuvo lo suyo durante varios minutos del primer tiempo. Con cinco en el fondo, sabiendo que no se puede dar espacios a Messi y compañía, pero intentando mirar el arco de enfrente.
El primer aviso celeste llegó temprano, cuando Suárez, con poco ángulo, hizo que Martínez se luciera.
Sobre los 20’, otra vez Martínez fue clave tapando la pelota enviada por Suárez de tijera, luego de una linda jugada celeste: Nandez por derecha la cruzó para el ingreso de Viña por izquierda, y la pelota derivó para Suárez.
Es cierto que Uruguay se salvó de milagro ante un quede defensivo, pero también que el caño izquierdo del arco argentino todavía está temblando tras el pelotazo de Suárez.
El partido a esa altura estaba más que interesante. Porque Uruguay buscaba con lo suyo, y Argentina se aferró a su libreto. Así, el travesaño y la línea salvaron a los celestes, ya cuando los 30 minutos habían sido superados. Y ya Argentina estaba dominando ante un equipo que parecía irse quedando sin respuesta.
Pero el golpe, el verdadero golpe que terminó por prácticamente desenchufar al equipo, fue el gol de Messi, el que abrió el marcador.
El astro argentino metió un pase milimétrico para que ingresara González seguido por Nández. Y Muslera se comió el gol.
No la tocó nadie, pero la pelota terminó en la red. No solo se abrió la cuenta, sino que definitivamente Uruguay ya no estuvo en la cancha.
Hasta ese momento, justo es decirlo, la diferencia estuvo en el arco. Uruguay llegó y se encontró con Martínez. Argentina, del otro lado, festejaba tras anotar con un pase al área y el error de Muslera que, también vale remarcarlo, en el complemento fue clave para que Argentina no lograr una goleada que hubiera sido más dura todavía que el 3 a 0 con el que se cerró este partido por la quinta fecha de las eliminatorias.
De Paul marcó el segundo antes de que se fuera la primera etapa, aprovechando el desconcierto de la defensa celeste.
Uruguay quiso recomponerse para el complemento. Mandó a Cavani a la cancha, pero fue otra vez intrascendente. Y Brian Rodríguez tampoco fue solución.
Así, un saque largo de Martínez y los espacios en la defensa visitante permitieron que la diferencia se abultara. Y que a esa altura no hubiera hincha de Uruguay que no deseara se terminara el partido.
El equipo no tuvo respuesta. No solo futbolística sino, lo más llamativo, tampoco anímica. Y Muslera se terminó debatiendo solo ante un equipo que bajó las revoluciones y aceleró cuando quiso.
Pero más allá de todo, Uruguay sigue en zona de clasificación. Claro que anoche todos jugaron para Uruguay, menos el propio Uruguay.
El jueves habrá que visitar a Brasil. Con Bentancur como titular otra vez en mitad de cancha tras haber cumplido su sanción. Pero la Celeste tendrá que dar vuelta rápidamente la página y mostrar otra cara ante el líder de las eliminatorias, invicto, y que está claro intentará aprovechar el mal momento del equipo de Oscar Tabárez.