Solicitadas: Las culpas que nadie debería cargar

Somos integrantes de un grupo de ciudadanos recientemente conformado en nuestro departamento, que optamos por no participar del experimento génico mal llamado vacuna.
Aunque se nos ha querido acusar de anti-vacunas, terraplanistas, conspiranoicos, todos poseemos las vacunas que conforman el plan nacional de vacunación y habemos quienes optamos por vacunarnos contra la gripe y quienes no.
Nos mueve el que se nos respete la libertad y la soberanía sobre cualquier terapia que afecte a nuestros cuerpos como lo garantizan la totalidad de las leyes y postulados que hacen a los más sagrados derechos humanos.
Especialmente si es de emergencia y no estará aprobada hasta tanto se culmine con la etapa de experimentación que ahora mismo se está llevando a cabo en la población.
Sabemos que vivimos tiempos de mucha confusión y miedo. Sin duda, dos de los peores consejeros en épocas de crisis.
En las últimas horas el MSP emitió un comunicado en donde aclara que no dicta protocolos sino que los sugiere, en relación a la realización de espectáculos y fiestas tanto al aire libre como en lugares cerrados. Además, reitera que el hecho de elegir vacunarse, o no, forma parte de la libertad de la persona, no habiendo ley que lo obligue en Uruguay.
Esto marca un antes y un después en relación a los mismos ya que al no haber una entidad sanitaria sancionadora, queda entonces a consideración de los organizadores, sean estos públicos o privados, la opción de aplicar o no cupos, de no aplicar limitaciones de ingreso o de exigir la pauta completa de vacunación a las personas que asistan.
Nos preocupa enormemente la discriminación que se viene efectuando especialmente en jóvenes, notoriamente afectados por la pandemia, desde que desde hace tiempo no se les permitía reunirse y tomar contacto con sus pares, debido a la supuesta emergencia sanitaria.
Actualmente en Uruguay alrededor de un millón de personas elegimos libremente no vacunarnos, otros miles se han dado una dosis y no quieren más, otros dos pero tampoco quieren la tercera ni la cuarta y vaya a saber cuantas más. Algo inédito en la historia humana.
Prohibir o limitar algo que la ley no obliga viola la constitución, la ley contra la discriminación y decenas de tratados internacionales que garantizan la libertad de elección de las personas sobre todo tratamiento médico, incluidas las vacunas.
Esto se agrava cuando ningún médico está dispuesto a recetarnos la vacuna a pesar de que algunos las recomiendan por todos los medios, pero solo de boca, porque la firma no la estampan y lo que es peor, sí nos hacen firmar un consentimiento en donde liberamos de responsabilidad a los laboratorios que las fabrican por cualquier efecto adverso, incluida la muerte.
Apelamos al sentido democrático de los organizadores de espectáculos a quienes la máxima autoridad sanitaria hace responsables, sin lugar a dudas y en último caso, de los eventos de discriminación de las personas y por ende las acciones legales que pudieran corresponder.
Desde ya muy agradecidos y confiados en que el espíritu democrático del que nos sentimos orgullosos todos los uruguayos, siempre triunfará.

Jorge Blanc, Virginia Depratti, Carlos Giovannini, Nelsa Díaz, Sandra Jesús, Alejandra Porro, Raquel Coghlan, Elsa Rodríguez, Alejandra Gelves, Silvia Huayek, Marcelo Limischuk, Miguel Costa, Julia Méndez