Ventas totales en La Acacia con toros a U$S 3.109

La familia Martigani, Hermanos Indarte y Abelenda, a minutos de arrancar las ventas.

El remate anual de La Acacia de Octavio Martigani y familia fue una fiesta, por cumplir 10 años de la primera subasta, por la música con artistas en vivo, por recordar los 25 años que está cumpliendo Indarte y Cía., por los invitados y por la calidad de la oferta exhibida, que permitió dispersar el 100% de la torada y vientres, con firmeza y muy buena demanda.

Al contrario de otras oportunidades se arrancó con los toros planteleros, que se vendieron entre U$S 6.600 (que Alvarez Cibils Hnos. pagó por Wilson Santana 718) y 4.680, dando un promedio de U$S 5.760 por los 3 ejemplares.

La firmeza y demanda no decayó con la entrada de los toros de pedigrí, SA y Puros Controlados, que en un total de 44 se colocaron entre 5.280 y 2.400 (precio piso logrado por varios martillazos en donde se fueron los lotes de a 3) y promedio de U$S 2.922. En total los 47 toros promediaron U$S 3.109.

gresar los vientres, la vara siguió muy alta, y con muy firme demanda se colocaron 32 vientres preñados PI entre 1.620 y 960, promedio U$S 1.250; las 23 vacas preñadas SA entre 1.020 y 960, promedio U$S 980. No se vendieron las vaquillonas vacías, al no aceptarse lo que proponía la demanda.
Octavio Martigani (h) señaló que “fue un buen remate, ya que la torada se vendió toda a pesar de ser un año muy difícil para nosotros en la preparación y manejo”. En cuanto a las hembras precisó que “los valores fueron buenos, a pesar de que decidimos no vender los vientres vacíos porque creo que tenemos derecho a tener ciertas pretensiones”.

Agregó que “lo bueno es que hay gente que repite año a año y siempre están, lo que habla bien del uso de nuestra genética”.

Por su parte, el ingeniero agrónomo Fernando Indarte sostuvo que “fue un hermoso día primaveral con un remate espectacular, comenzando con los toros que se vendieron a un promedio superior en U$S 400 al año pasado y con una hora y monedas vendidos todos los toros”. Acotó que “hubo dos compradores de mucho volumen, lo cual actualmente no es muy inusual”.

Es que la fiesta fue completa en La Acacia. Por la presencia del intendente de Paysandú, Nicolás Olivera, y el alcalde de Guichón, Martín Alvarez, acompañando a la familia Martigani, por la música en vivo de Milagros Barreto y Micaela Queirós, por el presente entregado por la familia Martigani a Fernando y Gonzalo Indarte por los 25 años de la firma, y los 10 años cumplidos de remates de La Acacia, que vendió todo y –como dijo Octavio– “no es poca cosa”.