Día de los Difuntos

La mañana gris y la amenaza de más lluvia no impidió una buena afluencia de público al Cementerio Central, con sus flamantes letras en hierro a la entrada. Alcohol en gel en una mesa para el ingreso, canteros mejorados y abundante cantidad de plantines, así como también recipientes con arena –para que no se utilice agua- a disposición de las personas que llevaban flores a sus seres queridos. La misa comenzó a las 9:30, bajo techo, rodeada de los coloridos jardines, mientras más gente seguía ingresando hacia los panteones. Los comerciantes de flores naturales y artificiales, presentes todos los años, comentaron a EL TELEGRAFO que se estaba vendiendo bastante bien y que la gente extrañó mucho el tiempo que estuvo cerrado por la pandemia.