Protesta de colectivos indígenas motivaría cambios en proyecto Camino a Salsipuedes

Las comunidades se oponen al uso de la simbología de las cartas de Tacuabé y a que el destino sea en Salsipuedes.

A raíz de la nota publicada en EL TELEGRAFO el 14 de diciembre pasado, sobre el proyecto “Camino a Salsipuedes”, premiado en un llamado de los Ministerios de Turismo y Ganadería, Agricultura y Pesca, un grupo de 16 organizaciones indígenas publicó una carta abierta dirigida a los responsables de la iniciativa, así como a ambas carteras, a la Intendencia, al presidente de la República, ministros y legisladores. En su misiva exponen, en 6 puntos, el motivo de su preocupación respecto a este proyecto.
El primero de ellos refiere a la “comercialización de imágenes y simbología”, y alude en específico a las “cartas de Tacuabé”, que el proyecto propone emplear. El segundo punto cuestiona “que el recorrido termine en Salsipuedes”, un lugar simbólico “donde se encuentran los restos de nuestros ancestros asesinados”.
Posteriormente catalogan como “terriblemente insensible, despiadado, e irrespetuoso, el hecho que desde el estado uruguayo avalen y premien que se utilice nuestra Historia, nuestra Cultura y nuestro Dolor, y que no se reconozca el Genocidio, que no se reconozca la preexistencia a los estados de los Pueblos Originarios de estas Tierras y que no se reconozca nuestra existencia hoy, en este presente”. En el cuarto punto exigen de las autoridades “una ley, un decreto, con dignidad para salir de esta Deuda Histórica con el Pueblo Nación Charrúa”. A continuación solicitan que “cuando se realice algo, cualquier actividad, el respeto impone la consulta”. En el último punto expresan que harán “todo lo que esté a nuestro alcance para ser reconocidos y visibilizados”, y reafirman que “no es un lugar para hacer turismo, es un lugar en que se impone el Respeto”.
Finalmente, reconociendo “las buenas intenciones de las personas que presentaron el proyecto” se mostraron dispuestos a dialogar con quienes están detrás de la iniciativa, cosa que ocurrió en una reunión virtual de la que participaron varias de las organizaciones, con Gloria Duarte, una de las emprendedoras que firmó la iniciativa, y con Diego Torres, asesor en materia turística del Municipio de Guichón.

NO USAR SALSIPUEDES

EL TELEGRAFO contactó a Daniel Marzoratti, integrante de uno de los grupos firmantes, quien señaló que la carta “se la hicimos al Gobierno y es una protesta al Estado”. La reunión con Duarte y Torres rondó las dos horas de duración y la valoró como “un encuentro bastante cordial, con mucho respeto, y nos gustó la predisposición a replantear el proyecto si nosotros no estábamos de acuerdo en algo. Eso fue muy bueno”.
Marzoratti indicó que “básicamente lo que no queremos es que se usen nuestros lugares donde hay muertos, donde hay ancestros nuestros en descanso; sobre todo Salsipuedes, que no es un lugar elegido, sino un lugar donde hubo una masacre y ahí quedaron”.
Si bien el tema, tras esta reunión, “falta plantearlo a la interna y plantearlo en el grueso de los que firmamos la carta, básicamente nos oponemos a que se use Salsipuedes”, y aclaró que no tienen objeciones respecto al resto del proyecto, “lo de las mujeres rurales, lo de las visitas a los pueblos, lo de la venta de artesanías, todo, pero que no se llegue a Salsipuedes”. Incluso señaló que durante la reunión “hubo en algún momento que Diego Torres lo planteó, al decir que si la ofensa es llegar a Salsipuedes, al monumento, capaz que eso lo podemos obviar y quedaríamos por ejemplo en Tiatucurá”.
La otra objeción es al uso de la simbología, “porque se iban a usar las cartas de Tacuabé; hay grupos que se oponen al uso de eso, que es algo que representa a una cultura, porque esas cartas no son –como se las compara–, algo que tenga que ver con el juego de naipes español, sino que tienen un secreto guardado, algo de nuestra cosmovisión que no tiene nada que ver con lo español”. De hecho hay, recordó, el antecedente de un uso incorrecto de esas imágenes. “En una oportunidad Manos del Uruguay las reprodujo y las vendió, y estas cartas tienen tres palos, y se le inventó un cuarto palo que no lleva, que no tiene nada que ver con nuestra cosmovisión”, señaló Marzoratti. “No es un secreto que nosotros estemos dispuestos a develar, a sacar a la luz. Es algo que es nuestro y queremos que nuestro quede”, agregó.

QUIÉNES SON

Con respecto a los grupos que firman la iniciativa, indicó que “hay gente que hace 35 años está en esta lucha. Empezamos a aparecer lógicamente después de la dictadura”. En particular el grupo Confederación Indígena del Sur (Coninsur) surgió tras el apartamiento de varios grupos que abandonaron el Consejo Nación Charrúa (Conacha).
“Entre los que se han desencantado con el Conacha, hubo un montón de grupos que quedaron solos, a la deriva, sin poder hacer mucha cosa. Con el tiempo, hace muy poco, salió un Zoom en Derechos Humanos, donde se quería declarar a Salsipuedes como sitio de memoria. Se nos encendió una mecha, sacamos una declaración en su momento, donde decía ‘Salsipuedes no se toca’, y empezamos a caminar juntos”.
En principio fueron cinco comunidades, “después se arrimó otra más y de esas cinco comunidades formamos una confederación, donde todos somos independientes, pero a la hora de luchar buscamos puntos en común. Eso no solo molestó al Conacha, sino que además tuvimos algunas contras, desde arriba, de la gente que gobierna, tuvimos algunas discusiones con Derechos Humanos y eso”.
Entre los firmantes de la carta “hay gente del Conacha, hay gente de otras agrupaciones, y está la gente del Coninsur, a la cual yo represento”, dijo.

FIRMANTES

Las organizaciones que firman la carta son: Coninsur; INEU o Guidal Charrúa Uy; Clan Rua La-At Charrúa Uy; Comunidad Tacuabé Chasqui Oyendau Uy; Circulo Charrúa Yisipalegu It Pernebucó Uy; Comunidad Guadaripí Uy; Comunidad Betum Uy; Comunidad Charrúa Jaguar Bera Uy; Comunidad I’tu Arg; Clan Chonik Uy; Anaxiguqt Epaj Uy; Clan Gubaitase Charrúa Uy; Afrodecires Arg; Comunidad Charrúa Basquadé Inchalá Uy; Comunidad Nderé Opatimar Uy y Fundación Cuauthemoc.