Prevención de la violencia obstétrica y sus consecuencias en el binomio madre-bebé

Según los relatos de las participantes del encuentro, todas las mujeres pueden ser objeto de la violencia obstétrica en algún momento de sus vidas.

En el marco del Ciclo de Talleres con apoyo de la Fundación Panamericana para el Desarrollo, días pasados se llevó a cabo en nuestra ciudad el primer taller de prevención y sensibilización “Hablemos de Violencia Obstétrica”, en el espacio cultural Gobbi, dirigido a quienes trabajan o tienen interés en la temática del trabajo con gestantes. “La atención hacia la mujer durante el embarazo, el parto y el puerperio repercute en el binomio madre–bebé; esto incluye procedimientos médicos, medicalización injustificada, omisión, ausencia de información completa, falta de consentimiento, trato deshumanizante y el no respeto por los valores u opiniones de la mujer”.

¿Qué es la “violencia obstétrica”?

Según la ley 19.580 de violencia hacia la mujer basada en el género, se define como “toda acción, omisión y patrón de conducta del personal de la salud en los procesos reproductivos de una mujer, que afecte su autonomía para decidir libremente sobre su cuerpo o abuso de técnicas y procedimientos invasivos” (art.6, lit h). La definición funcionó como disparador de un enriquecedor intercambio de experiencias que han vivido las participantes.
Las participantes relataron años de ver casos, conocer historias, escuchar relatos de amigas y familiares que evidencian la conclusión de que todas las mujeres pueden ser víctima de este tipo de violencia, y aún así no visualizarlo como tal.

Naturalización instaurada

Cuando una mujer se encuentra en la cama con su bebé recién nacido en los brazos, aparecen frases como: “bueno, pero pensá que tu bebé está bien y eso es lo importante”, “el médico es el que sabe, no lo hizo para hacerte daño”, “ahora ya pasó, pensá en lo lindo que se viene”. En palabras de la activista Violeta Osorio: “las violencias están tan naturalizadas que por eso nos resultan invisibles”, “las madres muchas veces están obligadas a tolerar prácticas frecuentes como las episiotomías de rutina, los tactos excesivos y las inducciones que aceleran el proceso natural de parto, así como la imposibilidad de gritar, de moverse o de ser acompañadas por la persona que desean y por supuesto, la práctica de cesáreas innecesarias”. Según consideraciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cesárea debe ser practicada como una excepción, pero en Uruguay se está observando una naturalización del procedimiento. En el año 1996, los partos vaginales representaban un 79,4% del total, treinta años después, ese porcentaje bajó al 57,8%, en base a los datos publicados por el Ministerio de Salud Pública (MSP).

Cómo prevenir

Este fue uno de los temas relevantes del taller, qué se puede hacer para prevenir la violencia obstétrica. Desde el lugar de los profesionales se subraya: “promover la toma de decisiones en conjunto con la usuaria, integrar al acompañante de elección, mostrar receptividad y respeto por sus intereses, y fomentar acciones para disminuir intervenciones respetando los tiempos fisiológicos, entre muchos otros”.
Si bien la responsabilidad es de las instituciones y de los profesionales, se sugieren además algunas acciones que las usuarias deben tener en cuenta: “informarse sobre los derechos del embarazo y nacimiento, participar de espacios de preparación, elegir un acompañante que apoye sus preferencias y sea de suma confianza”.

EL TELEGRAFO habló con la doctora Romina Gallardo de “Gestar derechos” y con Johanna Debonis del Área de Trabajo Social y Formación de Crianza, que oficiaron de moderadoras del encuentro y aseguraron que “los talleres presenciales nos acerca a tanta historia de vida, tanta sensibilidad, tanta humanidad. Hay esperanza”. “Nos llevamos de esta instancia importantes reflexiones y la confirmación de la real necesidad de encontrar espacios donde trabajar sobre esta temática. Paysandú fue muy receptivo con una excelente respuesta a la convocatoria que completó el aforo dispuesto”. Informaron además, que este mismo taller se llevará a cabo en Colonia y en Maldonado, y una vez finalizado el ciclo (estiman que en el mes de junio), se realizará un encuentro virtual con quienes hayan participado de alguna de estas tres instancias, para hacer un seguimiento y devolución de los encuentros.