La hoja no está en blanco

Dentro de seis meses, un poco menos ahora que han transcurrido ya unos días, el estudio OMA (Office for Metropolitan Architecture) deberá presentar el proyecto de Masterplan que le ha encomendado la Intendencia Departamental de Paysandú para la costa de nuestra ciudad. En concreto, se le han solicitado cuatro productos muy específicos, de los cuales el primero es una propuesta acerca de los usos a los que se destinará la franja costera, considerando una proyección de unos 25 a 30 años, en los que podrá incluir las áreas de cultura, deporte, esparcimiento, desarrollo inmobiliario, innovación y conocimiento, por ejemplo. En la segunda se enfocarán en 26 hectáreas, que podrán considerarse en unidad o dividida en dos zonas de la mitad de la superficie, donde se plantearán iniciativas para movilidad y desarrollo urbano.
El tercero de los productos solicitados por la Comuna es el desarrollo de un proyecto, o esquema, de un espacio público de 3 hectáreas y media y el cuarto y último sería la proyección de un edificio icónico que quede como testimonio de la presencia de OMA en Paysandú, que se deberá destinar a un uso específico.
Hasta allí todo muy correcto. Una delegación del estudio ya estuvo en Payandú para realizar una presentación y mantuvo diferentes contactos, entre ellos uno con la Dirección Nacional de Ordenamiento Territorial, la Dinot, representada por la directora de la división Cooperación Departamental y Local, Elba Fernández. En ese encuentro intercambiaron sobre ordenamiento territorial y básicamente la jerarca les recordó que no vendrán a trabajar sobre territorio virgen.
“La instancia permitió informar sobre el rol de la Dinot, en la órbita del MVOT, así como poner en conocimiento a los técnicos extranjeros sobre el marco regulatorio y normativo existente en el país en materia de ordenamiento territorial: la Ley de Ordenamiento Territorial, las Directrices Nacionales de Ordenamiento Territorial y los instrumentos departamentales de ordenamiento territorial vigentes en Paysandú, específicamente las Directrices Departamentales y el Plan Local de la ciudad de Paysandú y su Microrregión”, publicó el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial en su página acerca del encuentro.
Agrega la publicación que, en el intercambio, “los técnicos del estudio internacional plantearon interrogantes respecto las etapas de planificación territorial definidas en la Ley 18.308, las figuras de planificación allí establecidas, así como aspectos referidos a definiciones del Plan local de Paysandú”, consultas antes las cuales, desde la Dinot “se aclararon conceptos referentes a los procesos de elaboración de los instrumentos, así como del mapa de riesgo de inundación que constituyó un importante insumo para la determinación de la zonificación que establece el Plan en la zona costera, y de acciones que ya se están realizando en la ciudad como parte de la aplicación y gestión de los instrumentos vigentes”.
Resulta muy oportuna la puntualización realizada por la directora –cuya dependencia fue convocada por la Intendencia Departamental al encuentro con los expertos europeos– en la medida que, mal o bien, con más o menos cartel, Paysandú ya tiene una planificación realizada para la zona costera y más, para la microrregión de la ciudad. Se trata de instrumentos de ordenamiento territorial que pasaron por todas las etapas que exige la Ley de Ordenamiento Territorial, N.º 18.308, para que tengan el peso legal que se necesita. Eso incluye la obligatoria participación ciudadana en el proceso de elaboración de los instrumentos, de hecho establece la ley en su artículo 26 que “La omisión de las instancias obligatorias de participación social acarreará la nulidad del instrumento de ordenamiento territorial pertinente”. También se requiere, por supuesto, la aprobación de la Junta Departamental.
No en vano, también, entre los diferentes contactos que mantuvieron los representantes de OMA, se reunieron con organizaciones de la sociedad civil que trabajan temáticas ambientales en Paysandú, con una prolongada trayectoria en el tema, como Gensa y con un interés específico en una parte de la franja costera, una parte que está comprendida dentro del área de trabajo que la Intendencia le asignó a OMA, como lo ha sido el Humedal de La Curtiembre, en el caso de la organización Amigos de los Humedales. En esa reunión ambas organizaciones plantearon su preocupación por lo que ven como una amenaza de avance del urbanismo sobre una zona que, en el Plan de Ordenamiento de Paysandú, se decidió que debía contar con cierta protección y que de allí viene la inquietud por su conservación, más allá de sus valores naturales y los servicios que brinda, y el potencial que tiene para la ciudad y sus habitantes.
Uno de los conceptos en los que hicieron énfasis es que no permitirán que se pierda “el acceso al espacio público”, que consideran “parte de la justicia social. Ahora tenemos ese derecho, disfrutamos todos los ciudadanos y en ese vínculo que tenemos con el río, con la costa, todos tenemos acceso libre a toda la costa. No queremos que eso se pierda, que no ocurra una privatización de la naturaleza, que no sea un privilegio de algunos y se pierdan esos espacios verdes públicos.
Pero además, en el espacio costero ya hay una historia escrita, y muy bien escrita. Hay, por ejemplo, varios clubes deportivos y sociales, muy simbólicos para Paysandú, que deberán ser considerados en el proyecto que OMA lleve adelante. Pero también hay, aunque a veces los mismos sanduceros lo pasemos por alto, una formidable obra arquitectónica, que es el Balneario Municipal, realizada por Oscar Garrasino, que deberíamos revalorizar y jerarquizar como un ejemplo de intervención costera planificada y excelentemente ejecutada. Y aunque puede argumentarse que se realizó con una concepción de otra época, sus espacios siguen siendo plenamente aprovechados y disfrutados por los sanduceros.
Por eso, si bien es cierto que es una buena noticia que un estudio de la jerarquía del que se ha acercado la ciudad a partir de la convocatoria de la Intendencia, no se puede dejar de hacer notar que no es en 2022 que Paysandú está descubriendo la costa del río Uruguay.