Solicitada: Sabremos cumplir…

A pocos días de que el pueblo uruguayo refleje en las urnas su opinión sobre la LUC, aún existen una franja de ciudadanos que no han tomado decisión al respecto, y es a ellos a quien hoy les quiero hablar.
La Leyes de Urgente Consideración (LUC) se han utilizado por todos los gobiernos desde que el Uruguay recuperó la institución democrática. Todas y cada una de ellas han sido elaboradas, estudiadas y aprobadas en tiempo y forma. Pero nos interesa hablar de esta puntualmente porque es la que está en juego el próximo 27 de marzo.
¿Por qué decimos que la LUC es una buena ley? La norma (ley 19.889) contiene en su conjunto un total de 476 artículos, de los cuales 135 son los que se pretenden derogar. En porcentaje solo un 28% de la misma está en discusión, es decir que la mayor parte es aprobada.
Esta buena ley nace de la preocupación y el reclamo de la mayoría de los uruguayos que por muchos años levantaron una bandera en reclamos de más seguridad, garantías y derechos, mayor respaldo y sobre todo un Uruguay mejor. Del eco de cada voz celeste nació la LUC, apoyada y votada por los mismos parlamentarios que hoy la ponen en discusión. La LUC vino a traer soluciones al jubilado que no quería (o no podía) ir hasta el cajero automático a cobrar su jubilación o el trabajador rural que debía tomarse un día entero para viajar hasta la ciudad porque en el pueblito más cercano no existía sucursal bancaria o cajero automático. El Uruguay es un país donde la libertad es uno de sus pilares fundamentales, somos libres de elegir a quién votar, a qué escuela llevar a nuestros hijos, a dónde ir a comprar. Y entonces ¿por qué no podemos ser libres de elegir qué hacer o cómo manejar el dinero que dignamente ganamos? La libertad financiera se ve reflejada en la LUC. Las soluciones a quienes pretendían arrendar pero se les hacía imposible acceder a una vivienda debido a las mismas trabas de siempre, la garantía. Hoy finalmente pueden hacerlo, sin tener que preocuparse de buscar tal garantía. Y ni qué hablar del tema más importante que estuvo en el ojo de la tormenta durante mucho tiempo, la seguridad pública. Por años los uruguayos pedimos mano dura con los delincuentes, pedimos que los criminales estén donde tengan que estar y que no sea el ciudadano trabajador el que tenga que encerrarse en su casa mirando por la ventana cómo el delincuente se pasea por el frente. Por años se pidió que se den mayores garantías y mayor respaldo a la policía para que pudiera repeler el accionar delictivo y no tener que ser ellos quienes tengan que sentarse delante de la justicia a dar explicaciones de su accionar. El uruguayo se cansó del atropello delictivo y pidió un cambio, y ese cambio llegó con la LUC. El derecho de quien no quiere pertenecer a un sindicato (ser sindicalista es un derecho, no una obligación) y solo pretende que lo dejen cumplir sus 8 horas para cobrar su sueldo y llevar el pan a sus hijos. Y ni qué decir del empleador quien intenta defender su empresa, sustento de su familia, maquina productora del país y generadora de empleo. Libertad y respeto es lo que la LUC trae consigo. Libertad de elegir y respeto por el que no quiere otra cosa que trabajar. Se dijo que la portabilidad numérica iba en desmedro de Antel y que la llevaría a la ruina. La realidad mostró otra cosa, desde su entrada en vigencia la empresa estatal se fortaleció con el incremento de los clientes que se pasaron de empresas privadas a la empresa estatal.
Defendemos la LUC, no solo porque estamos convencidos de que es una buena ley, sino porque a más de un año de su puesta en marcha la realidad lo ha demostrado, tirando por tierra todos aquellos argumentos de quienes pretenden derogarla.
Venimos transitando el camino de un Uruguay mejor, un Uruguay de todos, por eso el próximo 27 tenemos que ser más celestes que nunca.

Esc. Andrés Giménez,
edil Partido Nacional