Aseguradoras estiman que sólo un 5% de viviendas tienen seguro

A dos semanas de la catastrófica tormenta que afectó materialmente a miles de sanduceros, el departamento busca recuperarse, lentamente y con el esfuerzo de una sociedad que ha sabido mostrar su costado más comprometido y solidario ante tamaña emergencia. Con miles de viviendas afectadas en diverso grado por los fuertes vientos, cabe preguntarse si los sanduceros consideran como una opción el asegurarse mediante una póliza ante este tipo de desastres. EL TELEGRAFO hizo un relevamiento entre los empresarios del sector seguros, para conocer el comportamiento de los hogares previo a la turbonada y cómo ha cambiado la situación del sector en estos días.

“Hay una realidad y es que la gente no está acostumbrada culturalmente a contar con el seguro de hogar; por idiosincrasia se asegura el auto porque es obligatorio o para salir del país también se contrata un seguro, pero lo de la casa no estaba siendo tenido en cuenta a la hora de contratar un seguro, con lo importante que es para cualquier familia su propia casa, probablemente, el bien más importante de todos”, afirmó uno de los operadores del sector que fueron consultados.

“Entendemos también que la responsabilidad muchas veces recae sobre nosotros, porque a veces no insistimos como deberíamos, no llegamos a hacerle entender a la gente lo importante que es tener un seguro, la tranquilidad que representa. Un seguro completo incluye incendios y HTT (huracanes, tornados y tempestades), que es un adicional en la cobertura de incendios, y también incluye incendio de contenido y hurto de contenido”, agregó uno de los consultados.

Muchas veces el amigo, el vecino, el familiar, no dimensiona que se trata de un servicio que se puede contratar por una suma mucho más económica que otros servicios que, a veces, ni siquiera son usufructuados. Uno de los empresarios consultados dijo que “el seguro para una casa promedio oscila en los 100 dólares anuales, se puede financiar, entonces por el lado económico no vemos que sea una dificultad, porque son 11 pesos por día. Es un tema netamente cultural, de eso no tenemos ninguna duda. Acá, como estas cosas no suelen pasar, la gente no contrata un seguro, simplemente piensa que no le va a pasar. Incluso es importante ante cuestiones que a muchos les pueden parecer absurdas: si tu perro se escapa y hace caer un motociclista, el seguro te cubre la responsabilidad civil, similar a la de los autos. ¿Explotó una garrafa? Te cubre. ¿Se cae una antena al predio vecino? El seguro te cubre”.

COMIENZA A CRECER INTERÉS

“La gente ya empieza a tener un interés en esto, es algo que a larga se empieza a incluir en la economía familiar. Te cubre desde lo más insólito, como la caída de un avión, hasta lo más básico, como la rotura de un vidrio, o la rotura de la colilla del calefón. Un montón de beneficios que la gente no puede dejar de tener por 4.000 pesos al año. Hay un montón de gastos en el hogar y es totalmente comprensible que la gente quiera ahorrar, pero si hacemos las comparaciones entre lo que gasta la gente en otras cosas y lo que sale pagar un seguro, uno encuentra que muchas veces se gasta de más en cosas que no son tan necesarias. Lo más importante que tiene una persona es sin duda su casa”, agregaron.

La situación a nivel de los comercios y empresas de Paysandú es diferente, porque según pudimos constatar, las empresas tienen mucho más incorporada la idea del asesoramiento en materia de seguros. Las aseguradoras estiman que en el caso de las empresas el número de asegurados ronda el 80%, mientras que entre los hogares apenas alcanza al 5%, aunque se reconoce que, en el caso de las empresas, suele existir la obligación legal de asegurarse.

“Las empresas sí tienen conciencia, saben lo que arriesgan, porque un evento de estos directamente te funde, no es como un hurto, por algo como esto (la turbonada) se pierde la empresa, y un seguro de los que ofrecemos es sumamente accesible. Todos los que estamos en esto coincidimos en que es una cuestión cultural. A partir de lo que pasó en Dolores hace algunos años empezó a crecer la conciencia en la gente, pero es una lástima que pasen estas cosas para que la gente reaccione”, reflexionó uno de los consultados.