“La ley 18.621 y su correspondiente reglamentación no establecen el nivel de respuesta a partir –en el caso de emergencias por fuertes vientos– por la velocidad de las ráfagas de viento. Se trata –como lo hemos venido haciendo desde el primer momento– de determinar quiénes son los más afectados y atenderlos en primer lugar y con mayor énfasis”, dijo el intendente Nicolás Olivera.
Descartó así que la legislación vigente tome en cuenta la velocidad del viento como un elemento para juzgar qué tipo y cuantía de apoyo se le debe brindar a un damnificado. De hecho, en el caso de Paysandú, oficialmente las ráfagas de viento más fuertes alcanzaron los 120 km/h, cuando –como lo publicó EL TELEGRAFO– otros anemómetros instalados en otras partes de la ciudad marcaron velocidades muy superiores.
Olivera destacó la normativa vigente, concretamente el artículo 32 de la reglamentación de la ley 18.621 que determina que la financiación de una situación de emergencia se financiarán con “los créditos presupuestarios sectoriales y lo determinado por el artículo 464 de la ley 15.903 que establece que en situaciones de emergencia o catástrofe podrán utilizarse fondos sin el crédito respectivo y limita los mismos: “El monto de los créditos que, anualmente se podrá autorizar en uso de esta facultad, no podrá exceder al 1% del Presupuesto Nacional o Departamental”.
“Creo que lo que está haciendo el Comité Departamental de Emergencias es lo que corresponde, se ayuda primero a aquellas familias más golpeadas por la turbonada. No hay ningún fondo adicional –además del ya indicado– que considere determinadas condiciones del desastre. En este caso, la velocidad del viento. Pero lo que debe quedar claro es que quienes han sido más castigados tienen el apoyo concreto antes. La mayoría recibe los materiales y por auto construcción recupera su vivienda. En aquellos casos que eso no les sea posible, están las cuadrillas de la Intendencia o de otras organizaciones. Nos unimos, sumamos, recibiendo el apoyo que nos brinda el Sinae, lo que aporta la Intendencia y hasta privados, pero no hay ningún fondo adicional que divida a los damnificados según la fuerza del viento que golpeó sus casas”, subrayó.
