Ministro anunció que se pretende declarar la emergencia en el sector granjero de Paysandú

Los horticultores sanduceros entregaron a Mattos una carta, solicitando que llegue la ayuda destinada a catástrofes de este tipo por parte del MGAP.

El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, ingeniero agrónomo Fernando Mattos, se reunió en la víspera con horticultores sanduceros y luego visitó algunos predios que fueron prácticamente arrasados el pasado lunes 11 de julio, por el temporal de viento, y en casos más alejados de la ciudad también por granizo.
Se interiorizó de la situación, y explicó que se convocará al Comité de Emergencias, para declarar la emergencia en el sector de la granja de Paysandú.

El jerarca de Estado llegó pasada las 10.30 a la explanada del salón Egeo, en donde junto al subsecretario de la cartera, ingeniero agrónomo Juan Ignacio Buffa, el director de la Dirección General de la Granja (Digegra), ingeniero agrónomo Nicolás Chiesa y el intendente de Paysandú, doctor Nicolás Olivera, dialogaron con productores del departamento, quienes entregaron una carta a Mattos.

El ministro Mattos consideró que “es una situación muy difícil, dramática para los productores, en donde en un rato se pierde el trabajo de muchos años”, explicando que desde el ministerio “estamos buscando las mejores alternativas”.
El secretario de Estado manifestó que “vamos a convocar al Comité de Emergencias para declarar la Emergencia en el sector de la granja, en función de la afectación de vientos muy importantes que sufrió la localidad y que en el sector granjero tuvieron daños muy significativos en un relevamiento de aproximadamente 50 productores en los alrededores de la ciudad de Paysandú”.
Aclaró que esta declaración de Emergencia autoriza a la movilización de recursos del Fondo Agropecuario de Emergencias, que está destinado precisamente para estas circunstancias, situaciones extremas del clima, y también intentar buscarle solución a la necesidad de capital del productor para recuperar su estructura productiva. Incluye también como vive el productor, porque no solo se pierde el invernáculo, sino también buena parte de los cultivos”. Entiende que “allí hay un lucro cesante, que era el sustento de muchas familias y hoy lo necesitan”.

Esta emergencia implica que “se liberen recursos para subsidiar un crédito que seguramente República Microfinanzas facilitará a estos productores, porque en otras ocasiones el banco ha apoyado en ese sentido. Habrá que diseñar las condiciones de ese crédito con plazos suficientes y adecuados y las tasas que reciben un subsidio del Fondo Agropecuario de Emergencias para que la carga sobre estos productores sea lo más liviana que se pueda”.

Seguro

Mattos entiende importante que “exista la contratación de un seguro, porque perfectamente se puede hacer un esfuerzo grande de las entidades financieras y de los recursos públicos que maneja el fondo agropecuario de emergencias, canalizarlo para la reconstrucción, y viene un nuevo viento y/o granizada y vuelve a haber una destrucción, lo que cada vez es más frecuente con el cambio climático”. En varias oportunidades, Mattos les dijo a los productores que “es como sacar un vehículo cero kilómetro de la automotora. En la primera esquina podemos tener un siniestro y en la primera esquina perdemos todo el capital que recién lo retiramos con toda alegría”.

Carta al ministro

Adrián González señaló que la carta entregada en nombre de los productores hortícolas de Paysandú aclaró que “no queremos pedir por pedir, sino que los lineamientos que tiene el Fondo Nacional de la Granja, en este momento de catástrofe lleguen”.
Reconoció que hay una gran parte de la población que está afectada, “gente de bajos recursos y con serios problemas en su vivienda, y la realidad es diferente para todos”. Por eso enfatizó que los productores “no queremos pedir, sino que las ayudas que existen, y que en casos así llegan a productores de Salto o Canelones, donde hay más horticultores que en Paysandú, esta vez lleguen para nosotros también”.

Sostuvo que es difícil estimar las pérdidas en la producción hortícola de Paysandú, pero indicó que “somos muy pocos los que teníamos seguros, varios no lo tienen y algunos son productores muy chicos que recién están empezando en el tema”. Lo que sí está claro, precisó, “es que se rompe el aparato productivo, porque tenemos personal a cargo con beneficios sociales que tenemos que cumplir, y la idea no es dejar a gente en la calle”.

Expresó que los costos para reiniciar la producción en la horticultura “son muy altos, y fundamentalmente en quienes tienen invernáculos. Un invernáculo actualmente cuesta entre 8 y 12 dólares el metro cuadrado, según el tipo de estructura. A lo que debe sumarse el costo del cultivo, estimado en U$S 3 el metro cuadrado, y además el personal”.

Agregó que en el caso de cultivos de contraestación, como es el tomate y morrón, “es peor la situación, porque justo viene este temporal al que no estamos acostumbrados en invierno, y con cultivos en pleno desarrollo o inicio de cosecha, que es diferente a lo que nos ha tocado otros años, como por ejemplo en verano, cuando estamos en desinfección o limpieza de los invernaderos. Y ahí las pérdidas no son de cultivos, sino de estructura”.