Una población informada “es la mejor barrera” para afrontar enfermedades

“El ser humano, el medio ambiente y los animales forman un triángulo que tiene que estar en equilibrio; el desplazamiento de los animales sin control, el cambio climático, la falta de una prevención buena hacen que las zoonosis se dispersen”, advirtió la médica veterinaria Silvia Roslik, a propósito del Día Mundial de la Zoonosis que se celebra internacionalmente el 6 de julio con el propósito de visualizar y crear conciencia acerca de los riesgos de transmisión de enfermedades zoonóticas y el impacto que ellas provocan en la salud del ser humano y los animales.

“Hay un viejísimo dicho que dice que ‘más vale prevenir que curar’ y nosotros lo que tratamos de hacer a nivel de las profesiones relacionadas con la salud es prevenir mediante vacunas, prevenir mediante desparasitación, prevenir mediante la educación, porque una población informada es la mejor barrera para saber cómo afrontar la llegada de enfermedades”, consideró.
La profesional –encargada de la Comisión de Zoonosis de Río Negro, asignada también al departamento de Soriano y ha atendido algunos casos puntuales en Paysandú–, en diálogo con EL TELEGRAFO explicó que “las zoonosis son todas aquellas enfermedades comunes al hombre y a los animales, transmisibles entre el hombre y los animales”.

“Estamos viviendo en un ambiente sumamente globalizado, entonces, todo se traslada más fácilmente. También tenemos el cambio climático que lleva a que enfermedades que antes veíamos muy alejadas, hoy ya no lo son tanto e, incluso, están muy cercanas, como por ejemplo la leishmaniasis”, puntualizó.

LAS ZOONOSIS DE NUESTRO MEDIO

Obviamente que es relevante que “la población sepa cuáles son las más importantes en nuestro medio, algunas lamentablemente muy comumes”, destacó la entrevistada. Entre estas se encuentra “la leptospirosis, conocida como la enfermedad de la rata, pero que también la transmiten las aperea, los ratones y muchos roedores y que nos podemos contagiar muy fácilmente con cuadros clínicos que son muy graves. Está instalada en todo el Uruguay, es una endemia porque tanto las ovejas, como las vacas, como los perros, transmiten la leptospira al hombre. Hay una alta incidencia”, aseguró. Se trata de “una zoonosis bacteriana, como el carbunclo, y que si bien tienen vacunas, como casi todas las zoonosis, a veces cuando no se aplican, en un accidente o en un mal manejo de las vacunas, pueden aparecer y en algunos casos pueden ser mortales”, advirtió.

Entre “las zoonosis virales, una de las más conocidas es la rabia, que afortunadamente tenemos que aclarar que en Uruguay desde hace casi 50 años no existe rabia canina”, destacó. Sin embargo, sí existe en “los murciélagos, que son presas muy corrientes de gatos o cachorros y esos sí pueden enfermarse de rabia y contagiarnos a nosotros”, observó. Igualmente, “quiero aclarar que no hay que salir a matar murciélagos porque es uno de los animalitos que desde el punto de vista ecológico colabora muchísimo con una buena calidad del medio ambiente y, por lo tanto, de la salud humana”, consideró.

A propósito de esta enfermedad, refirió que “el año pasado en Argentina murió una persona de rabia por la mordedura de un gato que había, a su vez, estado jugando con un murciélago que estaba rabioso”. Por ello, “tenemos que insistir en la vacuna contra la rabia, que está en muchos casos dejada de lado y, en realidad, toda nuestra profesión veterinaria recomienda vacunar y revacunar a nuestras mascotas, justamente para prevenir eso”, destacó.

En cuanto a “la parte de parasitosis, es una que Uruguay ha controlado bastante, pero hay alguna carencia en lo que fue el combate en los últimos años a la hidatidosis. Nosotros hace 30 años sabemos que estaba instalada en Uruguay la cepa ovina en hidatidosis, pero ahora hay estudios de hace unos 5 años, o sea que están muy vigentes” que revelan “que también está incidiendo a nivel Uruguay la cepa bovina”, ilustró.

Asimismo, alertó sobre “una de las más corrientes y que hemos tenido casos en Paysandú, en Fray Bentos y en Mercedes, que es la toxocariasis, una enfermedad que se manifiesta básicamente en niños pequeños porque gatean y en los areneros y en la tierra pueden levantar las larvas de estos parásitos que se llaman toxocaras y que son absolutamente comunes en los cachorros. Se pueden prevenir también mediante la desparasitación de la madre cuando está preñada, pero casi todos los cachorros nacen parasitados. Entonces hay casos –afortunadamente son pocos, pero se da–, de pérdida de visión en niños por el alojamiento de la larva de toxocara en la cámara del ojo. Son lesiones que se dan por el contacto de la piel desnuda en lugares donde está muy infestado en larvas”.

Específicamente “en Paysandú, en Río Negro y en Soriano, hemos hecho estudios de materia fecal de perros en plazas y espacios públicos como areneros, y en primavera, tardía más que nada, que es el clima más propicio para que se desarrollen las larvas de toxocara y donde los niños también andan más en contacto con el piso, nos han dado infestaciones de hasta un 75%”, indicó. Esos resultados son “indicativo de que el animal no está correctamente desparasitado”, apuntó.

“Desde la Comisión de Zoonosis, que estamos con el inicio de la nueva venta de patente correspondiente al 2022, estamos dando comprimidos de amplio espectro para que este parásito no siga su ciclo”, consignó.