Productores en Paysandú encontraron solución a problemática de los perros: dejar de criar ovejas

Lo del título era una de las soluciones que los productores pensaron cuando en la zona de Molino Quemado, departamento de Paysandú, los perros de un vecino empezaron a matar sus ovejas. Indudablemente no era de las primeras ideas, pero ante la pasividad de las autoridades y la falta de empatía del vecino “a quien no le importa absolutamente nada lo que hacen sus perros, no nos queda otra”.

Esto señaló a EL TELEGRAFO Sebastián Pintos, quien por cuarta vez este lunes amaneció con lo poco que le quedaba de ovinos, muertos. “Fue la cuarta vez en cuatro meses en que los perros atacan a las ovejas”, De todas maneras aclaró que “en la zona siempre tuvimos esta problemática, pero en el primer ataque ya desistimos de seguir criando y nos quedamos con las ovejas que teníamos”.

Señaló que después atacaron por segunda vez, “luego la tercera y el lunes la cuarta y última”, enfatizando que “a nosotros se nos termina el problema porque ya no tenemos más ovejas, pero sabemos que otros vecinos tienen mayor cantidad, y es injusto que con el trabajo que da criar ovejas, el costo que tiene, y nadie haga nada”.

Manifestó que se trata de “perros asesinos que no matan por hambre. Creo que la primera vez encontramos alguna oveja comida, pero las otras veces solo las mataron y las dejaron muertas”. De todas maneras aclaró que matan todo lo que queda a su paso, porque yo tenía unos conejos en casa que eran de mi hija, dieron vuelta la jaula, mataron los conejos y los dejaron muertos sin comerlos”.

Pintos indicó que “sabemos clarito de quién son, la policía ha estado en la casa del dueño hablando con él, pero medidas hasta ahora no hubo ninguna”, precisando que hace unos meses “pensábamos que se habían llevado los perros, pero desde una oengé los llevaron a castrar y se lo devolvieron a su dueño. Si los castran no se reproducen, pero la maña de matar seguirá igual”.

Otro productor vecino de Pintos va por el mismo camino, y ya está dejando de criar ovinos. “El miedo que tenemos es que cuando se terminen las ovejas, empiecen a matar terneros, porque he escuchado que esto a sucedido en otros lugares, y se dedican a matar animales más chicos”.

Impotencia

Otro productor de la zona manifestó a EL TELEGRAFO, que “la impotencia que te da, el hecho de que una persona sola tenga en vilo a varios productores, es increíble, pero lo peor es que un día algún productor no va aguantar más y puede suceder hasta algo trágico, porque no solo va a querer terminar con esos perros, sino que si esta persona se enoja con quien tome esa decisión, la situación puede ser hasta grave”.

El productor indicó que “por lo que hemos visto, ahora estos perros no han sumado otros canes a su odisea, porque cuando eso suceda tendremos que encerrarnos hasta nosotros en la casa, porque se va escapar todo de control”. Acotó que “sabemos que son como ocho perros los que están matando ovejas, y son todos de la misma persona, que cuando aparecen las noticias los encierra y cuando se tranquiliza el panorama los larga de vuelta para que salgan a matar”.
Agregó que “está fatal la cosa”. Al ataque permanente de los perros, “tenemos que andar con cuatro ojos todos los días, por la presencia de zorros, caranchos que están haciendo estragos en la corderada recién nacida, y también los de dos patas que dos por tres aparecen”, dijo.

Lo que si está claro subrayó el citado productor, “es que nadie puede hacer nada: el Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA) no existe para los productores, y solo para que el gobierno pague sueldos a gente incompetente. A la policía cuando la llamamos para denunciar, vienen efectivos de la ciudad y no la brigada rural que es la que conoce la situación. Y a nivel político nos reunimos con el diputado Juan Carlos Moreno pero la solución tiene que llegar antes que nos maten la totalidad de las ovejas. Así que estamos como desde el primer día, hace 5 meses, cuando empezamos a denunciar la situación”, finalizó.