UTEC inauguró espacio emprendedor Cocina Comunitaria en antigua Paylana

La sede de la UTEC en Paysandú, ubicada en la antigua Paylana, ha incorporado un nuevo espacio abierto a los emprendedores gastronómicos de la ciudad, denominado Cocina Comunitaria. El espacio, equipado con todo lo necesario para elaborar productos de la mejor calidad, se encuentra enmarcado en el lugar ideal, pues allí también se dicta la Licenciatura en Análisis Alimentario de la UTEC, y quienes utilicen el espacio pueden contar con el asesoramiento de los docentes de la carrera. En la inauguración, estuvieron presentes el intendente Nicolás Olivera y el director nacional de Educación, Gonzalo Baroni. El propio Baroni quiso destacar que “cada vez que me toca venir a Paysandú pasan muchas cosas. Eso es algo que siempre destaco de este lugar. Yo creo que lo que hay que resaltar de la UTEC es el cambio de paradigma, es educación universitaria para todos. La UTEC vino no sólo para ofrecer mayor diversidad y un camino distinto, alternativo y abocado al sistema productivo, sino que rompe el paradigma tradicional universitario”.

Por su parte, el intendente Nicolás Olivera celebró la ocasión diciendo que “acá se hace magia, suceden cosas que no responden exclusiva y necesariamente a fórmulas matemáticas, científicas, químicas, físicas, sino que hay un componente intangible que es la creatividad y la innovación de la gente, el talento de nuestra gente. Por supuesto que tiene su parte educativa, su parte científica y todos los valores agregados que la UTEC aporta en Paysandú, cuya presencia nos tiene muy entusiasmados, sobre todo en el rubro alimentos. Esta es una gran herramienta, yo celebro que el conocimiento esté al servicio de los que hacen. Pero de los que hacen cosas reales de todos los días, acá no se experimenta ni se estudian cosas que son para publicaciones internacionales que las leen dos o tres, que son cosas que nadie entiende. Acá se experimenta, se enseña, se aprende, se ayuda a gente que todos los días la sale a remarla y se ayuda a empresas locales, regionales y nacionales, a mejorar y desarrollar nuevos productos”.

Ícono sanducero

Además, Olivera sostuvo que “es emblemático que suceda acá, en un lugar que era un ícono de Paysandú en su época industrial. Ahora la principal materia prima que se procesa acá es la materia gris de cada uno que entra y sale mejor de lo entró. Más allá de que este sea un lugar para aprender, es una tremenda herramienta para los emprendedores, aquellos que producen en su casa cosas de primera calidad, pero a veces no en las condiciones adecuadas. Sabemos que todo lo que tenga que ver con inocuidad alimentaria, que viene de la mano de las exigencias bromatológicas, exige lugares que estén en las mejores condiciones, por eso esto se adelanta a la reglamentación. Esto es algo que está abierto absolutamente a todo el mundo, viva en el barrio que viva, para que aquello que hace en su casa, quizás no en las mejores condiciones, lo pueda hacer en un lugar mejor”.
La química Anabella Estévez, docente e investigadora en la UTEC y una de las impulsoras del proyecto Cocina Comunitaria, fue por la misma línea al decir que “queremos que la universidad no sea lejana, que esté cerca de la gente para solucionar problemas y que esa gente pueda entrar, sin verla como un cuco. Acá hay lugar para todos, vemos cómo podemos hacer, como los podemos ayudar. Esto es de todos. Eso es lo que queremos transmitir a través de la cocina emprendedora y comunitaria. Para que el que arrancó a emprender en pandemia y no tenía dónde cocinar y esa era su única fuente de ingresos, se encontró un lugar para ayudar en este espacio, con las normas correspondientes y en las condiciones de higiene requeridas. Buscamos siempre eso, la cercanía con la comunidad”.