El subsecretario del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), Walter Verri, habló en el lanzamiento del IV Foro de Inversión Europea en Uruguay, que tiene el lema “Transformar el futuro a través de las energías renovables”. El evento se desarrolló en la Torre Ejecutiva. Fue organizado por la Delegación de la Unión Europea (UE) en Uruguay, la Eurocámara Uruguay y la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay (CCSU), en el marco del Proyecto Inspyrame UE, con el apoyo de Uruguay XXI y Eurochambres.
Además de Verri, participaron la vicedirectora ejecutiva de Uruguay XXI, Inés Bonicelli; el embajador de la UE en Uruguay, Paolo Berizzi; el presidente de la CCSU, Julio Lestido; y el presidente de Eurocámara, Mario Amelotti.
Importante participación privada europea
“La transformación de nuestra matriz energética presenta una importante participación privada europea a través de la construcción de parques eólicos y fotovoltaicos o la generación de biomasa en las plantas de celulosa. Además, la tecnología europea está presente en la mayoría de los proyectos de energías renovables del país”, dijo Verri. “Si bien existieron varias transiciones energéticas a lo largo de la historia de la humanidad (por ejemplo la que precedió a la revolución industrial o la del inicio de la explotación comercial del petróleo), la transición energética actual presenta como rasgo diferencial que viene fuertemente traccionada por motivaciones ambientales. El principal objetivo de esta transición es mitigar los efectos del cambio climático mediante la reducción de las emisiones netas de gases de efecto invernadero”, agregó.
Hizo hincapié en la necesidad de “limitar el calentamiento global a menos de 1,5°C, lo que implicaría un compromiso a nivel mundial de alcanzar la carbono neutralidad para el año 2050. Actualmente, 80,2% de la energía consumida a nivel mundial proviene de combustibles fósiles. A futuro se espera que la demanda de energía aumente debido a un incremento considerable de la población mundial (9.700 millones de habitantes para 2050 y 11.200 millones de habitantes a 2070) y al continuo crecimiento de las economías de los países”.
Con esas cifras en consideración “lograr ser carbono neutral a nivel mundial al año 2050 constituye uno de los desafíos globales más importantes a afrontar y requerirá, entre otras acciones, una transición energética que incluya el abastecimiento a partir de fuentes renovables de energía y la extensión de la cultura de la eficiencia energética en todas las áreas de actividad”, aseguró Walter Verri. En el caso de Uruguay “adoptó la definición de incorporación de fuentes renovables en régimen de competencia, por el que se reconocían a las renovables los costos de generación, aunque fueran notoriamente superiores a los valores de los energéticos que reemplazaban”.
Con la participación de todo el sector político, del Poder Ejecutivo a través del MIEM, de empresas públicas y del sector privado que invirtió en infraestructura energética, “se logró que el 97% de la matriz de generación eléctrica provenga de renovables. Cabe resaltar que incluso se verifica que la fuente renovable que menos aporta supera la participación en la matriz eléctrica del recurso fósil”. De la energía que utiliza el país, 44% proviene de la hidráulica, 32% de la eólica, 18% de la térmica biomasa y 3% de la solar y la térmica fósil.
Un asunto de soberanía energética
“Uruguay destina un aproximado de 3% de su Producto Bruto Interno (PBI) a infraestructuras energéticas, lo cual lo posiciona en el quinto lugar del mundo en lo que refiere a inversión en energías limpias; y por segunda vez el mejor posicionado de Latinoamérica en este aspecto. Permítanme también decirles algo: que hasta hace muy poco no era un elemento tan importante a la hora de apostar por las renovables por otra razón que no sea ambiental”, destacó y explicó luego que “la guerra en Europa nos está enseñando que las energías renovables no son solo un fin en sí mismo, sino que son un medio para lograr soberanía energética. Esa soberanía nuestro país ya la obtuvo a partir de una matriz eléctrica consolidada, por lo que hemos comenzado, lo que denominamos la segunda transición energética”.
“El foco de la misma apunta a descarbonizar los sectores de la economía no alcanzados por la primer transición. En este sentido, el transporte ocupa un papel central, ya que el mismo es responsable del 65% del total de emisiones del CO2 del sector energético y es además el mayor consumidor de combustibles fósiles, seguido por la industria”, subrayó.