Opinión

El verano de la recuperación

Estamos en los albores de una temporada alta para el turismo receptivo en Uruguay. Por estas horas se suceden en los informativos imágenes de las inauguraciones de temporadas en los distintos balnearios de nuestro país, que tiene en la oferta de sol y playa su producto más fuerte y que, por ello, en el verano es donde se apilan las fichas de prácticamente todo el sector. Lo que pase en la temporada veraniega es determinante para el ánimo de los operadores y para la economía de todas las personas que encuentran en los servicios que se brindan al visitante su fuente de ingresos. Y después de muchos meses en esas imágenes se repiten sonrisas de optimismo.

Ojo, no podemos desconocer que todavía hay mucha incertidumbre por algunas situaciones, como que la comparación entre los pesos uruguayo y argentino hace que quien quiera cruzar el Uruguay o el Plata en esta dirección tiene que pensárselo mucho y sacar muy bien las cuentas, o las advertencias por el incremento de casos de COVID-19 en toda la región, que todavía no hace encender las alarmas pero sí tener un ojo puesto en lo que pueda pasar con eso.

Pero más allá de ello, hay buenos indicios de que la temporada que se está poniendo en marcha puede marcar el regreso a una situación si no igual, al menos parecida a la de antes de la pandemia.
“La situación de precios relativos con Argentina claramente no plantea un escenario favorable para el turismo en nuestro país, pero de todos modos esperamos que la próxima temporada de verano sea significativamente mejor que la de este año, que todavía estaba muy afectada por las restricciones asociadas al COVID-19. Concretamente, nuestros modelos de proyección contemplan que la cantidad de visitantes en el primer trimestre de 2023 va a más que duplicar la del primer trimestre de este año, aunque permaneciendo 10%-15% por debajo de los niveles prepandemia de 2019”. El comentario corresponde a la economista Florencia Carriquiry, en una entrevista con Emiliano Cotelo, de En Perspectiva, en octubre pasado y siguió a una evaluación que la profesional realizó sobre la recuperación del sector turístico durante el presente año. “Los datos fueron mejores de lo que teníamos estimado. En el conjunto del trimestre julio-setiembre, ingresaron al país unos 659.000 turistas y eso efectivamente es una cifra muy similar a la del mismo trimestre de 2019”, señaló. Y si bien alrededor de un tercio de estos números corresponde a uruguayos residentes en el exterior, “también a nivel de los turistas extranjeros se está viendo una recuperación en los últimos trimestres. Pensemos que en enero-marzo la llegada de turistas extranjeros había sido 65% menor a la de enero – marzo de 2019, ya en el segundo trimestre vimos una cifra bastante más alta, con una caída apenas superior al 20% en esa comparación con 2019 y en el tercer trimestre la caída fue de 16% frente a 2019. Nos venimos acercando a los niveles prepandemia”, dijo.

El director de Turismo de Maldonado, Martín Laventure, prefirió hablar de un “cauto optimismo”, en una reciente entrevista con Crónicas en la que destacó el movimiento que se ha apreciado particularmente los fines de semana durante los pasados meses en destinos como Punta del Este y Piriápolis y la realización de congresos y eventos que han generado un movimiento que consideró “aceptable”. También enfatizó en la importancia de las medidas de incentivo, “sobre todo atendiendo a la realidad argentina; se viene trabajando en el mercado brasileño, sin descuidar a su vez el mercado interno”. Y es que de un tiempo a esta parte el trabajo que se realizó para incentivar el turismo de los uruguayos en el Uruguay fue importante y permitió mantener en activo al sector a pesar del cierre de fronteras que se afrontó. Si bien muchos uruguayos han vuelto a elegir destinos extrafronterizos, todavía se siguen viendo desplazamientos internos, en especial en esta época y hacia la costa.

Carriquiry planteó que en el turismo emisivo la reactivación fue mucho más rápida. Entre julio y setiembre hubo 830.000 viajes al exterior, 47% superior al mismo período de 2019. Un máximo histórico. Se explica en parte por el abaratamiento de Argentina, hacia donde los viajes aumentaron más del 60%, en comparación con julio-setiembre de 2019, y representaron el 80% del total. También hacia Brasil hubo un fuerte incremento de más de 70% frente a 2019. El turismo hacia fuera de la región sigue en cifras que son casi 50% menos que antes de la pandemia. Notoriamente la diferencia cambiaria con la región no solamente provoca que haya más dificultades para captar extranjeros, también están motivando que los uruguayos elijan salir de fronteras hacia países vecinos en viajes que bien podrían ser a destinos internos. No se puede desconocer que el gobierno –al igual que en períodos anteriores– también ha hecho esfuerzos para que los beneficios que se aplican a los visitantes también los reciban los uruguayos.

Ahora bien, mirando hacia adelante, no debemos dejar de insistir en cada oportunidad que se pueda que el futuro del turismo no está en las costas sino hacia el interior del Uruguay, en el desarrollo de las propuestas vinculadas al rescate de los valores patrimoniales, los históricos y los naturales, ejemplos como los de Colonia del Sacramento, el Anglo, el Castillo Morató, el corredor del río Uruguay, las áreas naturales protegidas, y proyectos de turismo ecológico como el que se desarrolla en las islas y costas. Si no lo pensamos así seguiremos atados a un sector que respira dos meses y medio al año. → Leer más