Escribe Ernesto Kreimerman Con Musk, las redes serán cada vez más tóxicas

Hace pocas horas, el Centro para Contrarrestar el Odio Digital (CCDH, por sus siglas en inglés) y la Liga Antidifamación, dos centros que estudian las plataformas en línea y en particular, las redes sociales, han informado con enorme preocupación que abruptamente se ha registrado un fuerte incremento del discurso de odio y de la violencia verbal, desde que Elon Musk tomó la dirección de Twitter.
Ambos informes revelan cambios que los investigadores califican como de alarmantes, y resaltan que nunca habían visto un aumento tan abrupto en el discurso de odio y el contenido problemático, en un período tan corto, en una plataforma de redes sociales convencional.
El Centro para Contrarrestar el Odio Digital advierte que el uso de insultos contra hombres homosexuales y personas trans se han incrementado en un 58% y un 62%, respectivamente. Y la Liga Antidifamatoria revela un crecimiento de los contenidos antisemitas.
Musk y el caos…
La historia comenzó en enero de 2022 pero el acuerdo de compra de Twitter se cerró el 27 de octubre, y Musk se convirtió en el nuevo propietario y CEO. A partir de allí empezó una nueva tensa historia: de inmediato despidió a casi todos los principales ejecutivos de la empresa, y no ha cesado de anunciar “nuevos planes” que son modificados o descartados apenas uno o dos días después de anunciados. ¡Mandaron miles de telegramas de despidos y casi de inmediato se excusaron que habían enviados de más! Como parte de la improvisación, la falta total de objetivos y el descuidado trato, anunciaron que muchos volverían, pero no podían precisar ni cuándo ni quiénes. De todos modos, ratificaron que habrían de despedir a la mitad de la plantilla.
Así las cosas, cientos y cientos de trabajadores se fueron de Twitter apenas consiguieron una alternativa. Una profunda crisis de rumbo se instaló en la organización.
El odio y la intolerancia
Desde el inicio del brevísimo ciclo de Musk, las aguas se dividieron. Con sus llamados a una “mayor libertad de expresión” atrajo las simpatías de la extrema derecha pro trumpista, pero también severos cuestionamientos de quienes saben, en verdad, lo que ese eslogan significa: aumento de la ambigüedad y desinformación, acoso y discurso de odio.
Estas pocas semanas de gestión de Musk han sido calificadas casi unánimemente de caóticas, en todas las áreas de la empresa. Incluso para quienes quieren defenderlo y especulan con el plan que hay/habría detrás de estas acciones tumultuosas, pero sólo especulan sin poder ensayar una respuesta.
Hasta el jueves de la semana que dejamos atrás, la idea más extendida dentro del ecosistema de medios era de que se estaba frente a un resurgimiento de condiciones inhóspitas para la convivencia y el intercambio en las redes sociales, y muy especialmente, en Twitter. Sin elementos objetivos, la percepción de una vuelta a los malos tiempos era muy extendida.
¿Qué has dicho Elon?
Hace una semana, Elon Musk afirmaba a los medios del “fuerte compromiso de Twitter con la moderación de contenido permanece absolutamente sin cambios”. Sus palabras no tuvieron mayor interés porque en estos meses, el nuevo controlador de Twitter ha hablado tanto y se ha contradicho tanto, que esa fue una más de sus declaraciones, incluso sobre este mismo tema, por cierto muy delicado, no sólo para el inestable modelo de negocios de las redes sino también para el clima democrático de los Estados Unidos.
Todavía no hace un mes que Twitter “restituyó” la cuenta de la plataforma al expresidente Donald Trump, hoy sometido a un proceso de investigación bicameral del Congreso de los Estados Unidos, por la conspiración y los hechos de violencia del 6 de enero de 2021, el asalto al Capitolio.
Musk “restituyó” la cuenta tras publicar una “encuesta” en la que preguntaba a los usuarios de la plataforma si se debía reincorporar a la red a Trump. Con una grandilocuencia extraña pero significativa, Twitter anunció: “El pueblo ha hablado. Trump será reincorporado…Vox Populi, Vox Dei; la voz del pueblo es la voz de Dios”. De acuerdo con la propia empresa, un 51,8% se habría expresado a favor y un 48,2% en contra. Quienes respondieron sumarían 15 millones.
Inmediatamente, procuró ratificar su compromiso con la libertad de expresión y el respeto, al tiempo que anunció que “ya” el discurso de odio disminuyó a “por debajo de nuestros registros anteriores”.
Dato mata relato
Frente a esto, resultan muy significativas las investigaciones del Centro para Contrarrestar el Odio Digital y la Liga Antidifamación quienes alertaron que, muy por el contrario, la crispación de los discursos de odio en Twitter ha crecido dramáticamente bajo la dirección de Musk.
En concreto, el Centro para Contrarrestar el Odio Digital ha informado que el uso cotidiano de la “palabra con n”, en inglés existe una expresión muy ofensiva para con las personas negras que comienza con “n” y para referirse a ella se usa la expresión ‘n-word’ o ‘palabra con n’, cuyo uso desde que Musk asumió la gestión de Twitter se ha triplicado con relación al promedio de los meses previos a EM. También los insultos directos contra hombres homosexuales y personas trans se han incrementado un 58% y un 62%, respectivamente.
Imrad Ahmed, director ejecutivo del Centro no sólo ha insistido sobre lo preocupante de esos resultados, que era una consecuencia buscada por Musk cuando “envió la batiseñal a todo tipo de racistas, misóginos y homófobos de que Twitter estaba abierto para los negocios, y han reaccionado en consecuencia“; porque “un espacio seguro para el odio es un entorno hostil para la mayoría de la gente decente”. Y concluyó preguntándose: “¿quién querría sentarse en un café o pub donde los locos gritan improperios e intolerancia, y tienen el descaro de reclamar que se trata de un debate democráticamente esencial?”
Empeorará
El estudio de la Liga Antidifamación apunta al contenido antisemita de los textos de los usuarios de esa red. Este informe concluye “tanto un aumento en el contenido antisemita en la plataforma como una disminución en la moderación de las publicaciones antisemitas”. Es decir, no sólo hay más contenidos antisemitas, sino que además el tal comprometido cuidado del clima de intercambios por parte de Twitter no ha sido tal: no sólo no se verifica una mayor intervención, sino que por el contrario, se constata un menor cuidado.
La Liga Antidifamación cierra su informe calificando el estado de situación como de inocultable deterioro, verificándose una “situación preocupante” y advierte que “probablemente empeorará, dados los recortes informados en el personal de moderación de contenido de Twitter”. Ahmed enfatiza que sólo empeorará pues Twitter ha dejado entrever que prepara una suerte de perdona tutti, una amnistía general, para aquellas personas que fueron expulsadas de la plataforma por violar las propias reglas de Twitter, que ya eran mínimas.