Ignacio Munyo: el atraso cambiario y el derrame económico en el país que “tiene dos monedas”

El economista Ignacio Munyo, director ejecutivo del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), explicó en entrevista con EL TELEGRAFO las causas del atraso cambiario que mantiene el precio del dólar por debajo de las expectativas y de lo que ocurre en otros países. Asimismo se refirió al derrame económico de los sectores productivos exitosos. Munyo explicó que “el del dólar es un tema muy complicado. Se dan dos condiciones. Primero es un año de mucho ingreso de dolares al país, en el marco del tipo de cambio flexible que tenemos, es decir el valor lo pone el mercado. El gobierno interviene solamente ocasionalmente y tiene capacidad muy limitada de afectar la cotización, porque cuando el Banco Central interviene genera inflación porque es la única forma que el Banco Central puede, es decir emitiendo moneda, que incide en el crecimiento inflacionario”.

Como complemento “hay que emitir una letra de regulación monetaria para que esa emisión no genere inflación. Para eso tiene que tener una tasa de interés atractiva, como la que está poniendo el Banco Central. Pero igual hay un problema, Si tenemos una tasa en pesos atractiva, los tenedores de dinero, como los bancos y las Afaps van al peso y para eso venden dólares. Entonces, lo que inicialmente el gobierno hace con un objetivo, el sector privado se lo deshace”.

EL PAÍS DE LAS DOS MONEDAS

El economista sostiene que “eso pasa porque Uruguay tiene dos monedas. No hay magia. Uruguay hoy está condicionado por dos factores. Están ingresando muchos dólares y la inflación es alta. Si se decide una intervención más fuerte en el mercado para elevar el valor del dólar, la inflación se iría por encima del 10%. Uruguay está atado al famoso atraso cambiario, de alrededor de un 20%. De todas maneras eso no presagia un colapso, no al menos de manera inequívoca. Ya hemos tenido atrasos cambiarios sostenidos, como en 2016”.
Pero aun así, el hecho que sea una situación ya vivida por el mercado, de todas maneras “el atraso cambiario es un tema difícil de resolver; hoy está afectando al sector productivo. Se puede sacrificar la inflación, aumentándola un poco, lo que es sostenido por varios colegas como el camino a seguir. Pero por otro lado el Presidente del Banco Central ha sido muy enfático en bajar la inflación. No es un tema que pueda simplificarse, el gobierno no puede hacer subir el dólar sin generar otros efectos. En el fondo, hay que apretar el acelerador en algunas reformas que permitan al Uruguay –que no es barato ni lo será a corto plazo– ser más competitivo”.

EL DERRAME ECONÓMICO DESDE SECTORES EXITOSOS

“El derrame económico es un relato y no es tal como algunos sectores lo presentan. Me gustaría saber qué medición tienen para decir que no hay derrame. Lo que tenemos medido nosotros es que los sectores que más multiplican dentro de la economía, a través de las cadenas productivas, son los que más han crecido en estos años, es decir el sector frigorífico, lácteo y la construcción. No puedo creer genuinamente que no haya existido un derrame cuando los tres sectores que han impulsado el crecimiento de la economía son los que más multiplican en la cadena productiva”, subrayó Ignacio Munyo, refiriéndose a una discusión que agrega diferentes argumentos dependiendo el sector del que provienen, pero que –simplificando el concepto– determina que el dinero que ingresa a las principales empresas o sectores productivos llegue a la población en general.

IMPACTO EN EL SECTOR LABORAL

En los últimos años ha aparecido un nuevo elemento que determina que puede haber derrame y aun así una parte de la población verse muy comprometida.
“Por el lado del empleo, mucho de la recuperación que ha tenido el país es de la mano de la introducción de tecnología. El último informe de producción industrial muestra que a nivel país estamos produciendo 20% más que antes de la pandemia con 10% menos de puestos de trabajo. Ahí está la explicación del fenómeno que estamos observando”, explicó el economista.
“La eficiencia de la tecnología es ganancia en productividad por hora trabajada. Al mismo tiempo deja en claro que no se han generado puestos de trabajo que si no estuviera la tecnología serían necesarios. Hay una masa salarial inferior, un ejemplo es que se presentaron 160.000 personas para ingresar a 10.000 Jornales Solidarios que se programaron en julio”, agregó en el mismo sentido.

Esta sustitución de puestos laborales por tecnología –por ejemplo robots que cumplen tareas antes en manos de trabajadores– se profundizó con la pandemia, en la medida que fue una herramienta encontrada por la industria para mantener cadenas productivas cuando los trabajadores debían permanecer recluidos en sus viviendas.
Profundizando el concepto de derrame económico, Ignacio Munyo aseguró que “si bien hay sectores que provocan derrame a través de un crecimiento económico, que viene de la mano de la sustitución de puestos de trabajo, desde la pandemia, hay que aclarar que cuando se habla de un derrame no quiere decir bonanza eterna. Cuando a una empresa le va bien derrama, pero eso no implica que no se puede fundir; una vez que una empresa está funcionando tracciona a los proveedores y distintos sectores de la economía, que están muy encadenados.”
“Si le va bien, es un impulso económico, pero por los costos de producción en Uruguay, por la rigidez del sistema de contratación laboral, es al revés”.