Empresas y Derecho: Los trabajadores de la salud y su bienestar

Dr. Rodrigo Deleón

La salud constituye una de las áreas fundamentales de cualquier país y por ello mismo la situación de sus trabajadores debe ser siempre objeto de un especial interés y preocupación, en especial sobre algunos puntos que mencionaremos en la presente entrega.

1. Salud y gestión

En su trabajo titulado “La salud de los trabajadores de la salud”, los académicos Dr. Héctor A. Nieto y Dr. Fernando Tomasina afirman que “introducir la salud de los trabajadores del sector salud en las políticas de gestión del sector resulta ser prioritaria, sobre todo si concebimos la necesidad de una reformulación del sector. De acuerdo a la opinión de Jaime Breilh se “han acumulado muchos estudios que demuestran la existencia de procesos destructivos que, de modo abierto o encubierto, deterioran a los profesionales de distinto tipo y trabajadores de la salud que laboran en unidades hospitalarias. El análisis de las condiciones de trabajo en los servicios de salud es técnicamente complejo y en general poco considerado en las políticas de gestión de los servicios”.

2. Las trabajadoras sanitarias

Por su parte, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha difundido algunos datos que ponen de relieve la situación particular de las trabajadoras sanitarias, cuya situación es aun más desfavorable que la de sus colegas masculinos:
2.1) En todo el mundo, hay casi 100 millones de trabajadoras que llevan a cabo su labor en instituciones sanitarias y de prestación de cuidados, para las que siempre sido difícil compaginar sus responsabilidades en los planos laboral y familiar.
2.2) Las mujeres constituyen más del 70% de los trabajadores sanitarios de todo el mundo, incluidos los que llevan a cabo su labor en instituciones de prestación de cuidados.
2.3) En circunstancias normales, las mujeres realizan, en promedio, 4 horas y 25 minutos de trabajo de prestación de cuidados no remunerados a diario, frente a 1 hora y 23 minutos en el caso de los hombres.
2.4) Las trabajadoras sanitarias en hogares donde son el único responsable familiar no disponen, por lo general, de otras alternativas para cuidar a sus hijos y a sus padres de más edad.

3. COVID-19

Sin lugar a dudas la aparición de la pandemia causada por la COVID-19 representó un enorme desafío para las autoridades de la salud y en especial para los trabajadores sanitarios, quienes estuvieron en la primera línea de fuego en momentos muy difíciles tanto a nivel nacional como internacional. Para James Campbell, Director del Departamento de Personal Sanitario de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la COVID-19 ha puesto de manifiesto el coste de esta falta sistémica de salvaguardias para la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores sanitarios. En los primeros 18 meses de la pandemia, cerca de 115.500 trabajadores sanitarios murieron a causa de la COVID-19”. Las ausencias por enfermedad y el agotamiento exacerbaron la escasez preexistente de trabajadores sanitarios y socavaron las capacidades de los sistemas de salud para responder a la mayor demanda de atención y prevención durante la crisis”, añadió dicho jerarca.

4. Salud mental

Un estudio liderado por las universidades de Chile y Columbia, con la colaboración de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), sostiene que “el personal de salud de once países de América Latina (incluido Uruguay) presenta elevadas tasas de síntomas depresivos, pensamiento suicida y malestar psicológico. (…) El documento también da cuenta que en algunos países solo recibieron atención psicológica cerca de un tercio de quienes dijeron necesitarla.
Al referirse a los efectos de la COVID-19 sobre la salud mental de estos trabajadores, el informe destaca que “es urgente el desarrollo de políticas específicas que permitan organizar acciones que protejan la salud mental de estos trabajadores. En ese sentido recomienda modificar el ambiente laboral y garantizar condiciones de trabajo adecuadas. También, otorgar remuneraciones dignas, condiciones contractuales estables y crear espacios donde los equipos puedan conversar, desahogarse y realizar prácticas de autocuidado”.
Según Rubén Alvarado, académico del programa de salud mental de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y uno de los investigadores principales del estudio, “La pandemia aumentó el estrés, la ansiedad y la depresión de los trabajadores de la salud y dejó al descubierto que los países no han desarrollado políticas específicas para proteger su salud mental. Existe una deuda sanitaria que se debe saldar”.

5. Riesgos y derechos

En palabras de Alette van Leur, directora del Departamento de Políticas Sectoriales de la OIT, “los trabajadores de la salud, al igual que todos los demás trabajadores, deben disfrutar de su derecho a un trabajo decente, a entornos laborales seguros y saludables y a la protección social en materia de asistencia sanitaria, ausencia por enfermedad y enfermedades y lesiones profesionales”. En este sentido, tanto la OIT como la OMS “recomiendan desarrollar y aplicar programas sostenibles para la gestión de la salud y la seguridad en el trabajo de los trabajadores sanitarios a nivel nacional, subnacional y de los centros de salud. Dichos programas deben abarcar todos los riesgos laborales: infecciosos, ergonómicos, físicos, químicos y psicosociales”.
Rodrigo Deleón

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