Intendencia aguarda propuesta de pago de concesionario gastronómico de plaza Artigas

El espacio gastronómico ubicado en el lado oeste de la plaza Artigas sobre la calle Zelmar Michelini corresponde a “una concesión de larga data porque el expediente original está en formato papel. Pero el concesionario actual es una persona que tenía vínculos anteriores con la Intendencia y la situación actual es que no funciona y tiene una deuda pendiente con un pacto de pago posterior a la pandemia”, informó a EL TELEGRAFO el secretario general de la Intendencia, Fermín Farinha.
Explicó que “la realidad es que cuando nosotros ingresamos a la administración municipal, también teníamos un período de pandemia y en función de eso, los concesionarios –en general– tenían determinado tipo de beneficios. Pero la condición era estar al día”.

Cerrado

Farinha aclaró que este emprendimiento “puntualmente hoy no funciona y ante una publicación que surgió en las redes sociales que tenía un cartel que indicaba su venta, llegamos con personal de la Intendencia porque en los hechos no se puede enajenar”. El jerarca señaló que “se trata de una concesión pública, por eso le solicitamos que se presentara en la Intendencia, cosa que la persona hizo a fines de 2022 a plantear sus intenciones de solución de la deuda, así como explorar si continúa o entrega el local”.
De acuerdo a Farinha, “de nuestra parte planteamos que haga un ofrecimiento concreto y ver si el negocio le resulta viable porque la situación cambió. Además, habría que hacer el reacondicionamiento de los baños que están en muy mal estado por el ingreso de personas ajenas en este tiempo que estuvo cerrado y eso requiere una inversión para explorar su continuidad”.
El jerarca municipal agregó que “en este caso el local está cerrado y la concesión está otorgada por resolución. En los hechos, más que preocuparnos por recomponer la historia de un expediente que data de antes de 2009, lo que queremos es mirar para adelante. Si la persona quisiera cederlo a un tercero, tiene que tener el visto bueno de la Intendencia y la persona que venga deberá cumplir con los requisitos porque se trata de un espacio público”.
Farinha destacó la actitud del concesionario quien “se ha encargado de la seguridad del predio y no hay ocupantes extraños, porque en otras concesiones tuvimos inconvenientes”. Consultado sobre la deuda actual, el secretario general se excusó de brindar una cifra, en tanto resaltó que actualmente la Intendencia se encuentra en una etapa de negociaciones con el concesionario.
No obstante, reconoció que “el tema de las concesiones son asuntos complejos, tratamos de ser pragmáticos y dejar las reglas claras porque es un rubro que encarna dificultades. Normalmente hay diferentes situaciones y nosotros tratamos de llegar a un acuerdo con quien está entregando un bien por una situación excepcional, que en este caso es la pandemia. Y, cuando la Intendencia resuelve la entrega de determinado tipo de inmueble, siempre debe estar asociado a un beneficio para los vecinos”.
Farinha relató que los pasos que se siguen ante estas situaciones son “optar por reconocer la deuda, ver un procedimiento de cobro y que se incorporen garantías. Pero quien viene a invertir, tiene que poner mucho capital de giro y en el servicio gastronómico tiene su particularidad. El tema son los cánones fijados en su momento. Es decir, si la Intendencia tiene un ánimo de retorno o si quiere apoyar a la generación de empleo”.
No es modelo a seguir
El secretario general aseguró que esta propuesta gastronómica instalada desde hace años y popularizada con “El Salserito”, “no es un mecanismo a replicar en otras plazas porque se necesitan servicios higiénicos, de agua potable y contar con determinada infraestructura. En el caso de la plaza Artigas, habría que ir muchos años atrás donde antes había un carrito y hoy hay una infraestructura de material. Incluso el carro estaba en la vía pública y luego pasó a ocupar un espacio dentro de la plaza”.
No obstante, “cada caso de concesión está regulado y en algunos contratos se deja constancia que, por esa razón, no puede ceder ni vender. En este caso, estamos a la espera del concesionario para ver si continuará en el ejercicio del contrato que lo vincula con la Intendencia o si manejará otras opciones. De todas maneras, tiene una deuda con la Intendencia”.
Farinha aclaró: “Es más, cualquier negocio que quiera emprender está condicionado por esta deuda. De todas formas, el interés nuestro es que el espacio público sea ocupado con calidad”.