Un matrimonio joven (que prefiere mantener su anonimato), tiene un pequeño comercio en la costanera, y viendo muchos casos de niños (especialmente de la zona) que no recibían su regalito para el día de reyes, pensaron en hacer algo al respecto.
Hace ocho años, con el fin de alegrar a esos niños, comenzaron a aprontar, en la medida de sus posibilidades, regalos que eran pagos de su bolsillo, y así fue durante los dos primeros años. Como era previsible, cada año costaba un poco más, y la cantidad de niños aumentaba, pero a la vez, se fueron sumando voluntades generosas para colaborar con la noble causa de la familia. Vecinos, amigos y un grupo solidario que comenzó a ayudar con la mitad del presupuesto. Más adelante comenzaron a hacer beneficios en el correr del año para comprar más juguetes.
Este año repartieron 1.500 juguetes, lo que resulta en 1.500 niños felices. Comienzan desde Ruta 3 por avenida Israel cubriendo toda la costanera y continúan hasta no tener más regalos; los niños no deben anotarse, solamente salir a su encuentro. Son “Los Reyes Magos de Paysandú”, un ejemplo de generosidad, digno de imitar.
