“No hay ninguna política fiscal que pueda resolver este descalabro”, dijo el presidente de la Junta Departamental Marcelo Tortorella, asegurando que “el exintendente (Guillermo) Caraballo se sirve de la compleja y complicada situación fronteriza vinculada al tránsito vecinal (en declaraciones recientemente publicadas por EL TELEGRAFO), que afecta no solo a los vecinos que reclaman por el legítimo derecho de circular con mayor fluidez hacia la vecina orilla, ni solamente a la contracara de las consecuencias económicas que en lo inmediato provoca en el comercio establecido la diferencia cambiaria de los bienes y servicios, que se dejan de adquirir en plaza para hacerlo en los comercios argentinos”.
“Lo que debería hacer Caraballo es proponer y actuar, para construir una política pública de frontera que sea valorada y concebida como política de Estado, procurando una coordinación virtuosa con los actores económicos y sociales del departamento”, agregó.
“Naturalmente estamos ante una situación que desde hace muchísimos años no se daba, el descalce de la política económica argentina impacta negativamente en esta frontera. Pero lejos de dar soluciones, que Caraballo tampoco las tiene –de hecho nunca formuló un planteo mientras era intendente–, para erradicar la política del 0 kilo, la misma que cuando Fernando Pereira, el presidente del Frente Amplio, cuando vino el pasado año a Paysandú, la reivindicó. Es bueno recordar ahora –a Caraballo y a los vecinos–, aquel gran cartel instalado en la Aduana en letras de molde, donde se advertía a los viajeros que no se autorizaba el ingreso de mercadería, de ningún tipo”, dijo más adelante.
Para Tortorella “es demasiada la diferencia para atemperar con medidas como una política pública de frontera. Por el contrario, y más allá de todo se deben tomar medidas compensatorias más osadas y no exentas de críticas, como por ejemplo la de fomentar la creación e instalación de free shops en Nuevo Paysandú, fuera del Área de Control Integrado (ACI), lo cual sin lugar a dudas generaría un impacto muy favorable en las condiciones de empleo además de jerarquizar la integración con Argentina, atrayendo un muy fluido contingente de turismo de compra del vecino país hacia Paysandú, con un poder de compra que es el que necesitamos”.
“El exintendente no tiene autoridad para deslizar críticas buscando desacreditar al gobierno nacional. Si ciertamente es un problema complejo como lo admite, por lo menos desde su diagnóstico debió de ensayar una solución, –no la de Pereira que por supuesto todos rechazamos–, pero no lo hizo. Simplemente porque ya demostró que no tuvo antes ni tiene ahora la suficiente creatividad ni para gobernar, ni para proponer soluciones desde el cargo que ejerce ahora como asesor de la OSE”, detalló.
“El gobierno nacional está muy preocupado por la situación en esta frontera, y el gobierno departamental de Paysandú lo viene reclamando, desde que a esta altura se ha generado un problema muy grave, porque las consecuencias impactan en el comercio y repercuten en los índices de desempleo en el sector más castigado en el departamento. Sin embargo y a pesar de todo, tanto el gobierno nacional como el departamental sin pausa están atrayendo inversiones tanto en el sector público como a nivel del sector privado para recomponer la economía a través de la generación de nuevas oportunidades laborales”, concluyó el presidente de la Junta Departamental.
