La denominación “plogging” nace del más conocido “jogging” –el hábito correr o trotar como ejercicio– a la que se suman una “p” por “pick up”, que es levantar y “litter”, que es basura, pero en específico basura que no está en el lugar que le corresponde. Como tal el plogging nació en 2016 y hay sanduceros que lo vienen practicando aun sin saber que esta disciplina de recoger la basura mientras se entrena o se pasea tenía un nombre.
“Bueno, el plogging en realidad es un invento de Suecia. Las personas salían a hacer actividades y en el camino iban juntando residuos”. La explicación es de la activista ambiental Belén Suárez, que lanzó desde Paysandú la convocatoria a la semana del plogging, a través de las redes sociales –Instagram en particular– y con la etiqueta #semanadelplogging.
“Era algo que venía haciendo desde hace un tiempo pero como que no lo compartía o lo compartía de forma muy esporádica”, dijo. Cuando lo hizo se encontró con que varias personas le contaban que hacían lo mismo. “Salían varios comentarios ahí de todas las razones de por qué esos residuos estaban ahí, personas que dicen tipo ‘de eso debería encargarse la Intendencia, debería haber más contenedores acá y no hay’, que les da pena ver a las personas hurgando los residuos y a veces eso hace que afuera del contenedor haya muchos otros residuos”. Agregó que también “el viento, los perros, la lluvia, hacen que muchos residuos queden afuera y también por supuesto personas que descartan residuos en el ambiente sin tener idea del impacto que eso tiene”.
CONVOCATORIA
Y de esta combinación nace la idea de que “lo que me hace bien a mí, que es hacer actividad física, también le hace bien al planeta, que en este caso sería que retiremos residuos de donde no van. Hice un video haciéndolo para que tenga más alcance, lo empezaron a compartir y a comentar y la verdad que se generó tan linda movida y una persona comentó algo así como hagamos que sea como nacional, como que se sume todo el que quiera”. Y la convocatoria provocó que se volviera una movida. “La idea era que que salieran a hacer actividad física y me mandaran fotos, también para hacer un buen uso de las redes sociales, porque muchas veces compartimos cosas que no tenemos idea del impacto que tienen”, dijo. Con hacer buen uso Suárez refiere a buscar un efecto contagio (viralizar) acciones positivas, “y capaz que puede influir indirectamente en que una persona que antes dejaba residuos ahí ahora diga ‘pah, si hay alguien juntándolo capaz que ahí no iba”.
RESPUESTA
Suárez aseguró a EL TELEGRAFO que logró mayor repercusión que con otros llamados que ha hecho anteriormente. “Se coparon bastante y fueron entre 20, 30 personas las que me mandaron foto y muchas otras las que me dijeron salgo pero sin el celular y no te puedo mandar la foto. También hay personas que me dicen ‘lo hago desde siempre, no sabía ni que se llamaba así”, comentó.
Sobre esta problemática la activista dijo que la basura en el ambiente no es más que la parte más visible. “Para mí ya ‘basura’ es un término que trato de no usar, porque los residuos son materiales que tienen un valor, puestos en el lugar correcto sirven para la economía circular”, dijo. “Que yo pueda agarrar esa botella y se convierta de nuevo en una botella, pero en el lugar incorrecto va a estar cientos de años y si termina en el mar, en los cursos de agua, terminamos contaminando nuestra propia agua y comprometiendo la vida de todos y también de las futuras generaciones”, agregó.
DE TODOS
Suárez agregó que parte del propósito es además “invitar a reflexionar sobre la cantidad de residuos que generamos todos, por ejemplo cuando salía a hacer esto en la ciclovía y varias personas me veían, alguien me dijo que estaba cansado de juntar los residuos de otros. En realidad todos generamos residuos y por por muchas razones esos pueden ser míos, se pueden volar, pueden salir del contenedor, por distintas razones ese residuo que estoy levantando es mío también”.
Considera que la segunda parte de esto sería “reducir”, es decir, “aprender a a que hay cosas que podemos evitar, en vez de de tener una botella de plástico descartable quizás tomar el mismo refresco en una botella retornable.
Eso nos ayudaría a reducir, y así como muchas otras prácticas que intento compartir en redes”, dijo.
La procedencia de las respuestas fue variada, incluso la mayoría llegó desde fuera de Paysandú. “La verdad no sabría decirte de dónde son, pero se colgó gente de todo el Uruguay. Tiene un impacto mucho mayor que solo una foto, es lindo poder incentivar y que este contenido trascienda también la red social”.
CAMBIOS
Suárez entiende que “una vez que uno ve el residuo, no puede dejar de verlo. Al final, la mayoría de los residuos que están ahí pudieron haberse evitado, y eso habla de nuestro consumo y eso habla de proteger los recursos naturales que tenemos disponibles. Deberíamos replantearnos un poco el paso previo a juntar el residuo, que sería no tirarlo”.
