Sergio Massa y Uruguay: “¿Qué mirás, bobo?”

Una de las anécdotas más recordadas del campeonato mundial de fútbol celebrado en Qatar el año pasado será sin duda la frase que el capitán de la selección argentina, Lionel Messi, le dijo al neerlandés Wout Weghorst al final del partido en el cual Argentina le ganó a Países Bajos. La simpleza y contundencia de la frase del capitán argentino es una interpelación a alguien quien, siendo ajeno a una situación determinada (en este caso el triunfo albiceleste) trata de intervenir de alguna forma en la misma.

Sumado a una serie de disparates que el gobierno de Alberto Fernández se ha empeñado en llevar adelante en las últimas semanas, como por ejemplo el ataque a la Corte Suprema o la creación de una moneda común entre Brasil y Argentina, el imaginario político peronista ha dado a luz una nueva estrategia de menosprecio hacia nuestro país. En efecto, el ministro argentino de economía, Sergio Massa, dijo el lunes que Uruguay era “uno de los hermanos menores del Mercosur” y que, como tal, Argentina y Brasil tenían la “responsabilidad” de cuidarlo.
Al ser consultado sobre las declaraciones de Massa, el presidente Luis Lacalle Pou respondió en forma escueta pero clara: “Parece Disneylandia”. Sin lugar a dudas se trata de una respuesta que no requiere de mayores comentarios o aclaraciones aunque deja planteado qué rol asumirán en el extenso mundo de personajes creado por el dibujante Walt Disney las figuras principales de la actualidad política argentina.

A juzgar por las denuncias en múltiples casos de corrupción, inseguridad y lavado de activos, los gobernantes peronistas podrían ir probándose sin demasiada prisa la vestimenta de los tristemente célebres “chicos malos”. El senador del Partido Nacional Sebastián Da Silva, le respondía a Massa en forma igualmente clara: “No creo que ningún uruguayo quiera ser cuidado con un ministro de economía que tiene un dólar cotizando a 350 pesos. Por privado le paso el teléfono de Azucena Arbeleche. Llámela que le dará unos sensatos consejos”.
Asimismo, los economistas uruguayos Javier De Haedo y Gabriel Oddone respondieron rápidamente las afirmaciones de Massa. De acuerdo con la página web de noticias Montevideo Portal, “De Haedo fue conciso: “Es de Argentina y Brasil que debemos cuidarnos”, respondió el economista. Por su parte, Oddone escribió en su cuenta de Twitter que el Producto Bruto Interno (PBI) per cápita de Uruguay es 25.049 dólares, mientras que en Argentina es 20.309 dólares. Luego se refirió al incremento que tuvo Uruguay en este ítem desde 1980 al 2020. Entre 1980 y 2020 Uruguay duplicó su PBI per cápita y redujo la pobreza a la mitad. En igual período, Argentina aumentó su PBI per cápita 30% mientras la pobreza casi se triplicó”, aseguró.

A todo ello se debe sumar, tal como mencionáramos en nuestro editorial del pasado domingo, “la confirmación del dato de diciembre del índice de precios al consumidor del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), que arrojó una suba de los precios del 5,1% en el mes y del 94,8%. Con ese guarismo, Argentina alcanza el poco honroso cuarto puesto de países con mayor inflación, detrás de Venezuela (305%), Zimbabue (244%) y el Líbano (142%)”.

Esta postura histórica del peronismo contra Uruguay ha sido puesta de manifiesto en numerosas ocasiones, por lo que, si bien Massa es un gran atrevido, no podemos decir que sea novedoso en su espíritu anti uruguayo. En un libro publicado en el año 1958 (mientras disfrutaba de su exilio dorado en el barrio madrileño de Puerta de Hierro bajo la protección expresa del dictador Francisco Franco) cuyo título es “La fuerza es el derecho de las bestias”, el expresidente argentino Juan Domingo Perón ataca en varias ocasiones a Uruguay y en un párrafo reconoce que debería haber conspirado para derrocar el gobierno democrático de nuestro país cuyo presidente era Luis Batlle Berres: “A mí me han visitado varias veces algunos uruguayos para hacer una revolución. Yo los convencí de no hacerla y dije que no me prestaba para intervenir en los asuntos internos de otros estados. ¡Francamente, hoy estoy arrepentido!”

Esa es la visión que el peronismo, ya sea a través del propio Juan Domingo Perón, de Néstor Kirchner, de Alberto Fernández o de Cristina Fernández de Kirchner han tenido de Uruguay: somos su patio trasero donde pueden hacer (o donde desearían hacer) lo que se les plazca porque, al fin y al cabo, como dijo la procesada exmandataria argentina: “Artigas quiso ser argentino y no lo dejamos”. Una frase irresponsable y repleta de falsedades que no es fruto de la ignorancia sino de la ambición desmedida de quienes no reconocen nuestra existencia y soberanía como país independiente desde el año 1830.
La instalación de una planta papelera cercana a la ciudad de Fray Bentos hace ya casi veinte años volvió a remover las cenizas del sueño de una “Gran Argentina” que incluyera a un país soberano que los peronistas siguen viendo como una provincia argentina con otra bandera: Uruguay. Además de las agresiones de las que fue objeto de nuestro país por parte de Argentina (y de un presidente Kirchner indignado que le dijo a su par uruguayo Tabaré Vázquez: “La verdad, estuviste muy mal. Nos diste una puñalada. No a mí, sino a todo el pueblo argentino”) los peronistas trataron de todas las formas posibles de perjudicar la economía uruguaya en todos sus frentes, pero especialmente en el más sensible: el turismo. El fin de atacar en forma permanente a nuestro país justificó el uso de diversos medios que en muchos casos contaron con el silencio cómplice de la izquierda uruguaya, siempre afín a los movimientos populistas como el peronismo y a las misteriosas valijas que fueron transportadas durante años en vuelos privados no sometidos a controles regulares que unieron Venezuela, Argentina y nuestro país.

En lugar de dedicar su atención y su tiempo de trabajo a los múltiples problemas que tiene Argentina, Massa decidió tirar una bomba de humo para distraer la atención, faltarnos el respeto como país y recordarnos que para “los muchachos peronistas” siempre seremos “la provincia perdida” porque siguen pretendiendo que, al igual que hicieron durante la época artiguista, esta tierra “agache el lomo” frente al centralismo porteño.
Pueden seguir esperando tranquilos, peronistas argentinos (vale la aclaración porque también existen peronistas uruguayos versión K), que de este lado el río Uruguay, en la otrora llamada Banda Oriental, las cosas se seguirán haciendo en forma seria y con el respeto de la comunidad internacional. Por todo eso y por la envidia que les causa no ser como nosotros ni tener el prestigio internacional que nos hemos ganado con justicia y libertad, al ministro Massa Uruguay le dice: “¿Qué mirás, bobo?”