Ignacio Alonso, actual presidente, es el único candidato oficialmente presentado para las elecciones de la Asociación Uruguaya de Fútbol, que se desarrollarán el próximo 16 de febrero.
Se habla de algunos nombres que podrían ser presentados por algunos clubes en las próximas horas, como Carlos Ham, por ejemplo, pero sorprendió hace algunas horas la noticia de que el subsecretario de Deportes, Pablo Ferrari, haya realizado algunas consultas a presidentes clubistas en busca de apoyo para presentar su candidatura.
Ferrari, vinculado al rugby históricamente, fue llamado por algunos dirigentes para proponerle la posibilidad de que se presentara como candidato. Entre ellos el presidente de Danubio, Arturo Del Campo, y el de Peñarol, Ignacio Ruglio.
El jerarca escuchó el planteo, y realizó consultas con algunos presidentes clubistas. Rápidamente llegó la reacción interna de la Secretaría Nacional del Deporte, y la lógica molestia del gobierno. El director Sebastián Bauzá, expresidente de la AUF, tuvo un diálogo con su compañero. Y la bomba, lógicamente, está en el aire: es que en caso de que Ferrari decidiera presentarse, sería no solo candidato de la oposición en lo futbolístico, sino también del gobierno dado que Alonso está históricamente vinculado al Partido Nacional. Y sería el candidato de los clubes afines a Tenfield, que están en contra de la continuidad de Alonso.
Hoy explotó la bomba. Y habrá que ver qué consecuencias tiene.
