Capitán retirado denuncia robo de casi 38 millones de pesos de su cuenta bancaria

Un nuevo caso de presunta estafa cometida en perjuicio del titular de una cuenta Caja de Ahorros en pesos del BROU fue denunciada por un excapitán del Ejército, funcionario del Departamento 2 de Inteligencia del Estado, a quien le quitaron –nada menos– alrededor de 38 millones de pesos (más de 900.000 dólares) por la modalidad de desaparición de cuenta bancaria.
El exmilitar Sergio Pintado Otero –quien reside en Paysandú desde 2018–, cuando aun vivía en Montevideo realizó dos huelgas de hambre –que tuvieron cobertura de los medios capitalinos– en demanda del pago más mora, daños y perjuicios de “20 años de mi jubilación”.

También le escribió una carta al presidente Luis Lacalle Pou ofreciendo a cambio de ese pago, el archivo del coronel retirado Juan Antonio Rodríguez Buratti, coronel acusado de haber estado involucrado en el secuestro y el asesinato de María Claudia García Irureta Goyena, nuera de Juan Gelman, en 1976, entre otros delitos, quien cometió suicidio antes de ser detenido. Este hecho también tuvo amplia cobertura en la prensa de Montevideo.
Ante EL TELEGRAFO Pintado Otero sostuvo que fue el exjefe de la seguridad presidencial, Alejandro Astesiano, quien intervino para que le fuera pagada la deuda que mantenía con él la Caja Militar, por haberes jubilatorios.

“Todo esto, el robo de mi dinero, ocurrió cuando procesaron a Astesiano. Fue él que me llevó al banco e hizo que se me pagaran 43 millones de pesos, por orden del gobierno. Tengo miedo que todo esto sea un enjuague: para no dejarlo pegado a Lacalle Pou, se vació mi cuenta. Yo a esto no lo puedo atestiguar, porque no lo sé. Pero a mi se me pagó por orden de Lacalle Pou”.

Advertido por EL TELEGRAFO de la gravedad de sus declaraciones, subrayó: “Que quede claro, involucro directamente al presidente”.

DESAPARICIÓN DE CUENTA Y DINERO

Contó que “tenía mi dinero en la cuenta BROU, la que había cobrado en 2020 gracias a Astesiano. En aquella época disfruté un poco de algo del dinero, viajé a algunas partes del país y compré una camioneta al contado. Me quedaba en la cuenta poco menos de 38 millones de pesos”.
Un día, a inicios del presente mes de febrero, “fui a retirar 30.000 pesos del cajero de la terminal (Paysandú Shopping Terminal) y todo fue normal hasta la salida del dinero. Lo tomé y respondí que no quería hacer otra operación, a la consulta que siempre hace el cajero. Ahí me traga la tarjeta. Me voy porque ya no era horario bancario. No estaba preocupado todavía”.

“Al otro día fui a la sucursal y me enviaron a la sede central del BROU acá en Paysandú. Vine, saqué número, expliqué y ahí empezó todo. Me dicen que yo no tengo cuenta en el BROU y quieren hacerme una nueva. No quería otra cuenta, ya tengo una desde hace años. Intenté con la aplicación en el celular y nada. Había desaparecido mi cuenta bancaria y con eso una cifra cercana a los 38 millones de pesos. Todo mi dinero, absolutamente todo”, explicó.
Pintado Otero siguió contando lo ocurrido. “Me puse muy mal, tanto que mi pareja me llevó al hospital, tuve un pico de presión. Me hizo entender que tenía que tranquilizarme antes de hacer las denuncias y reclamar por mi dinero. Así lo hice, Después volví al banco, y de nuevo lo mismo. No tengo cuenta bancaria. Pero me dicen que la que era mi cuenta –y el dinero– ahora es una cuenta de una empresa. Por secreto bancario no puedo saber qué empresa y si mi dinero está todo o cuánto falta de lo que yo tenía”.

Posteriormente “hice la denuncia en el banco y después en la Policía (EL TELEGRAFO accedió a ambos documentos). Un abogado me dijo que fuera a Fiscalía y así lo hice. Ellos ya tienen mi denuncia pero me dieron fecha para atenderme a mediados de marzo. No se qué hacer, realmente no tengo dinero. Tendré que vender la camioneta porque no tengo ni para comer”.
“Hay cosas muy raras. Cuando fui a hacer la denuncia bancaria me aparece una dirección donde vivía en 1981 (en Montevideo). No vivo desde 1983 ahí. ¡Qué raro que el BROU tenga esa dirección mía, pero ninguna posterior ni la actual! Solo quiero mi dinero. No sé cómo puede haber dos cuentas con el mismo nombre, cómo puede desaparecer la mía, pero es evidente que aquí hay fuerzas muy poderosas operando. Estoy atado de pies y manos. No se para dónde rumbear”, destacó posteriormente.
“En el banco me preguntaron si tenía el tique de mi última operación –cuando el cajero automático me tragó la tarjeta–; no entiendo por qué, el cajero tiene cámaras, yo estoy ahí grabado haciendo la operación. No tiene lógica que me pidan a mí lo que ellos ya tienen. Y además me sacaron mi dinero; yo quiero que se me devuelva mi dinero, que además tanto me costó tener, dos huelgas de hambre, una lucha tremenda”.

NO COBRA SU JUBILACIÓN MILITAR

También aclaró que “no cobro aun la jubilación militar porque rechacé lo que se me ofreció. Querían pagarme la jubilación de un capitán en la actualidad. A mí me corresponde lo que establece la ley anterior, por la cual obviamente tengo una jubilación mayor. Por eso rechacé y sigo haciendo trámites. Ya estoy en la última parte. Por eso digo que al quitarme el dinero y además también mi cuenta bancaria Caja de Ahorro BROU, me quedo sin un peso. No tengo nada”.
“Es terrible como paso los días. Estuve a punto de hacer una estupidez”, dijo aludiendo a un posible atentado y revela que “con todo esta situación mi pareja perdió un embarazo. No es poca cosa”.
Posteriormente reflexionó “Que desaparezca mi cuenta bancaria y el dinero es algo muy grande. Quizás están buscando que me quite la vida. Unos compañeros me han dicho eso”. Luego hizo declaraciones impactantes: “A mí me han pasado cosas muy graves. Hubo varios intentos para matarme en Montevideo y gracias a un comandante me trasladaron a Paysandú en 2018. Pero aquí me allanaron la casa. Pero todavía, vinieron a detenerme en Paysandú para ejecutarme en ruta 3. Puede creer o no, pero digo la verdad. Tengo el archivo del (coronel retirado) Rodrigo Buratti. A raíz de eso se me entregó la plata adeudada, pero no como soborno ni nada, era mi jubilación. Tengo el archivo y nadie lo va a encontrar jamás”.