Carnaval: al fondo que hay lugar

El escenario del Concurso Oficial de Agrupaciones de Carnaval en el Anfiteatro del Río Uruguay muestra algunas particularidades, no precisamente merecedoras de alabanza. Es probable que se pueda pensar que no es nada del otro mundo, probable es, no tenga dudas.

Pero también podrían ocurrir “accidentes” que nadie espera o quiere. Este año no hay pasarela lateral sur, por la cual los grupos hacían “la bajada” para encontrarse con su público. Lo tienen que hacer por el costado por donde ingresan los “plomos” con escenografía y utilería, luego dar una vuelta intrincada y entonces si, despedirse como siempre, cantando a capella la retirada. Tampoco hay pasarela central, que en algunas oportunidades era usada por los propios grupos en alguna parte de sus presentaciones.

Pero lo que más llama la atención es la escasa distancia entre el proscenio (borde del escenario) y los carnavaleros. Por ejemplo, el presentador Marcelo Copello para cumplir su tarea debe ubicarse exactamente al borde porque no le deja otro lugar el telón. En el caso de un director de una agrupación, alrededor de medio metro. El foso ha sido cubierto con una red al mejor estilo trapecistas, pero probablemente, para seguridad de todos los participantes, con mover la escena un metro hacia atrás –desde proscenio– desaparecería todo potencial peligro. Obviamente, ya termina la Primera Ronda, pero bien se podría considerar para la Segunda. Una pequeña acción en beneficio de la seguridad de quienes están sobre el escenario. Para un mejor carnaval. E.J.S.