Y de pronto, como Las cuatro estaciones (Le quattro stagioni) de Antonio Vivaldi, esos cuatro conciertos para violín y orquesta, pasamos del verano al otoño casi sin darnos cuentas del cambio de música.
Pero bueno, por otro lado, también es cierto que estamos en carnaval y que en parte es “el más largo del mundo” en nuestro país porque siempre llueve. Claro, este año la situación es diferente y la lluvia es y será (porque sigue haciendo falta) muy bienvenida.
En tanto, el verano sigue presente, y eso se nota en playas, piscinas y otros lugares de esparcimiento.