Conacha y colectivos impulsan campañas de autorreconocimiento indígena en censo

Los colectivos indígenas llevan adelante una campaña de autorreconocimiento y concientización sobre la ancestría de la población, ante el Censo de Población, Hogares y Viviendas 2023, con el fin de quebrar la invisibilización de la identidad de su población y destacar la principal ascendencia.

Mónica Michelena, una de las fundadoras de Consejo de la Nación Charrúa (Conacha), señaló que “en muchas de nuestras familias quedaron historias que aún permanecen tapadas. Yo, por ejemplo, me enteré a los 18 años y era muy común enterarse ya de grande. En la memoria familiar se conservan los relatos de un bisabuelo o tatarabuelo con ancestros indígenas. Para nosotros, alcanza con mirar las fotografías y ver sus rasgos. No era posible que mintieran porque tenían todo para perder, y cuando lo contaban es porque conservaban cierto orgullo”. La activista precisó que “hay memorias que se cortaron de plano, por eso se puede mirar el diente en pala, la mancha mongólica, los verticilos en las huellas digitales que son características genotípicas y pueden dar una pista, si bien no son determinantes. Pero esos rasgos predominan en los amerindios”. Michelena agregó que “también se encuentran los estudios de ADN de Mónica Sans en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, en el Instituto de Ciencias Biológicas, que tiene una gran dedicación y ha recibido premios internacionales con respecto al avance de la genética en Uruguay justamente en la investigación de estos descendientes”, dijo a EL TELEGRAFO.

Sans junto al antropólogo Gonzalo Figueiro, “realizaron muchas pruebas en todos los departamentos y dieron que un tercio –entre 34% y 37%– de la población uruguaya tiene ascendencia indígena por la vía materna”, aseguró. Explicó que “tenemos orgullo de todas las ascendencias pero en el censo hay dos preguntas referentes. Una es si la persona cree tener ascendencia. Allí se plantean varias opciones, donde se puede responder que son varias y si contesta que es más de una, le vuelven a preguntar cuál considera su principal ascendencia”.

Michelena aclaró que “no se trata de elegir un abuelo sobre otro, porque no hay una superioridad sino el sentir de la persona, cómo se identifica con su territorio y sus vínculos con lo nativo, porque hay presencia indígena por todos lados”.

Según la activista, “hay una memoria oral que se transmitió por las costumbres, como la presentación del niño a la Luna, el uso de las plantas medicinales, el guardado del cordón umbilical, el curar con la palabra y a todo eso no lo trajeron los europeos. El mate que tomamos es guaraní. Los charrúas –si bien no lo hacían como lo hacemos ahora– utilizaban las hojas de yerba mate completa como una infusión y lo pasaban en ronda”.

Michelena concluyó que “tenemos muchas cosas de los indígenas y no lo percibimos. Uruguay se percibe aún como un país sin indios, pero es la repetición de una narrativa”.

Los datos correspondientes al censo de 2011 señalaban que el 4,9% de la población creía tener ancestros indígenas, pero ese porcentaje es distante del 34% al 37% que revelaron los investigadores de la Facultad de Humanidad y Ciencias.