Colegio Médico del Uruguay: Diabetes y ejercicio

La diabetes es una de las enfermedades crónicas no transmisibles, las cuales son causa de un aumento de la morbilidad y mortalidad en el mundo. La prevalencia de diabetes va en aumento y se prevé para el 2045 que existan 700 millones de personas con diabetes.

Este aumento en la prevalencia se debe a factores socio-económicos, culturales, demográficos, ambientales y genéticas, fundamentalmente la edad avanzada de la población, los estilos de vida con insuficiente actividad física o sedentarismo, obesidad y alimentación poco saludable.
Los cambios de estilo de vida dados por un plan de alimentación saludable, la realización de ejercicio físico y el descenso asociado han demostrado ser fundamentales para evitar el desarrollo de la diabetes.

En las personas que ya tienen diabetes estos cambios de estilo de vida favorecen el control metabólico y la prevención de complicaciones crónicas derivadas de la diabetes mellitus.
El ejercicio físico ha pasado a ser uno de los pilares en el tratamiento diabetológico.
Entre un 60% y un 80% de los pacientes con diabetes no se ejercitan lo suficiente o no adhieren a programas de ejercicio. Esto conlleva un desafío para el equipo de salud que realiza el seguimiento del paciente y poder lograr las metas de tratamiento.

Los beneficios cardiometabólicos generales de realizar ejercicio superan los riesgos, si se toman las precauciones correspondientes.
Beneficios de realizar ejercicio físico: A corto y largo plazo mejora la sensibilidad a la insulina. La combinación de ejercicio aeróbico y anaeróbico proporciona mejores beneficios que solo aeróbico.

Los ejercicios aeróbicos (caminar, andar en bicicleta, trotar, nadar) dependen de la energía aeróbica e implican el movimiento repetido y continuo de grandes grupos musculares.
Los ejercicios anaeróbicos o de resistencia son aquellos que utilizan pesas, bandas de resistencia elásticas que se basan en sistemas de producción de energía anaeróbica.

El ejercicio puede realizar una disminución de la hemoglobina glicosilada entre 0,5 y 0,7%. Para lograr estos beneficios es fundamental cumplir de forma regular estas recomendaciones.
Se ha demostrado un descenso en el contenido graso del hígado, lo cual es de fundamental importancia en paciente con insulinoresistencia y enfermedad por hígado graso no alcohólico.

En pacientes con prediabetes (pacientes con alteración en la regulación de glucosa) los cambios de estilo de vida, fundamentalmente la actividad física regular, son más efectivos en retrasar la progresión de la diabetes tipo 2 en comparación con el tratamiento farmacológico.

Un beneficio fundamental es el de la salud mental, así como también la ganancia en vitalidad; generalmente estos beneficios se aprecian luego de realizar esta actividad de forma regular.
Se les recomienda un programa de actividad física para los adultos con diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2 de intensidad moderada entre 30 a 60 minutos la mayoría de los días de la semana, o al menos 150 minutos por semana de ejercicio aeróbico. De ejercicio anaeróbico siempre y cuando no existan contraindicaciones, sería al menos 2 veces por semana.

Igualmente siempre antes de comenzar a realizar ejercicio es recomendable una consulta con su médico de referencia. Dra. María Jiménez Larre Borges