Productor de Merino fino tiene más de 1.000 ovejas pariendo mellizos y varias con trillizos

Toda una postal. La madre y sus tres hijos. Para el año que viene serán tres vellones más de menos de 16 micras.

“El negocio está en invertir para después recoger los frutos. Y no se trata solo de plata, sino de ingenio y procurar que en la inversión se reflejen los logros”, así lo entendió el ingeniero agrónomo Juan Bazzano De León, que hace varios años llegó a administrar el establecimiento Cerro del Bombero en la zona de Merinos, departamento de Paysandú, y se encontró con una majada Corriedale. Hoy con un Merino fino, logra 43% de mellizos en la majada.

Más allá de la cría de vacunos de la raza Hereford, en donde también invirtió en genética, Bazzano cambió el rumbo en la cría de ovinos, avizorando que la producción debía ir hacia lana fina. Es así que comenzó a cambiar la producción hacia la raza Merino Australiano, buscando genética de punta, no solo en el afinamiento, sino también en la precocidad de la majada, para hacerla rentable.

Como no es un cambio de un día para el otro, todo fue en base a esfuerzo y compromiso también del personal que desde hace varios años trabaja en el establecimiento de suelos de basalto. Las virtudes del cambio: tener un objetivo claro, tanto en el afinamiento como en el peso del animal y del vellón, pero con el plus de la precocidad.
Hoy eso es una realidad. En la esquila preparto del mes de junio y tras el trabajo del Ofda, la finura de la majada fue de 17,3 micras, con los borregos esquilados el año pasado con 15,7 micras.

MAYOR SEÑALADA

Pero como sucede en todo establecimiento enfocado a la cría, un aspecto importante es el porcentaje de señalada, y para ello es importante que sobreviva el mayor número de corderos. Y en eso también hay que invertir para ganar.

La apuesta en Cerro del Bombero fue hacer una paridera de una infraestructura muy particular. Con un importante contenedor al medio, en donde se deposita el alimento a brindarle a las ovejas y borregas prontas a parir, se le agregan reparticiones cómodas para que el cordero al nacer no se encuentre con predadores que aguardan las primeras horas de vida del animal, y que las bajas temperaturas no impacten en el nacimiento.

Es así que los números ya vienen cambiando en positivo. A eso debe agregarse que Bazzano cuenta con estudiantes de carreras agrarias para el cuidado de la parición, quienes junto al resto del personal del establecimiento controlan diariamente cada nacimiento, que la oveja “le brinde el calostro necesario a cada cordero, y que la ración sea bien consumida”.
El productor mencionó que “es invalorable la tarea que realizan la técnica Maussy Gutiérrez, el estudiante de la tecnicatura agropecuaria, Antonio Rodríguez, y la estudiante veterinaria, Milena Zárate”.

SUPERANDO EXPECTATIVAS

“Este año superó las expectativas, con un 43% de mellizos en la majada (son 1.094 ovejas con dos corderos)”, puntualizó el productor a EL TELEGRAFO, “lo que nos está implicando una mayor atención que el año pasado, porque para nosotros cada cordero que nace es fundamental”.

En lo que va de la parición, “ya 10 ovejas tuvieron trillizos y en el próximo lote a parir hay algunas más”. Más allá de aclarar que “algunas mortandades hay, hemos logrado salvar unas cuentas trilliceras”.

Entiende que cada año “es un aprendizaje, y en la medida que van sucediendo las cosas vamos aprendiendo”. La contratación de gente especializada “es un aspecto fundamental”, para Bazzano.

“Con Antonio, Maussy y Milena implementamos el plan de trabajo”, explica Bazzano. En esto es importante los primeros diez días del cordero para su sobrevivencia. “Si bien las primeras 72 horas tras el nacimiento son fundamentales, después también es importante prestarle atención a esos corderos para no tener pérdidas”, dijo.
Este año en la diferenciación, “implementamos pequeñas parcelas en donde vamos largando entre 20 y 25 ovejas, a lo máximo, con sus corderos. En esas parcelas quedan unos dos días y así sucesivamente. Y después tenemos en la cercanía de la casa, en el entorno de los siete a ocho días, en el que el cordero se junta bien con su madre. Con esto hemos observado que mejoró la situación de esos corderos en la sobrevivencia”.

Otro aspecto destacado por Bazzano, “es dejar dos potreros exclusivamente para las ovejas paridas, procurando evitar interferencias con bovinos o equinos en los primeros doce a quince días de nacidos los corderos”.

No quedan dudas que Bazzano entendió el negocio. Invertir para encontrar rentabilidad. Quienes el próximo jueves 31 de agosto concurran a la jornada de Gestión del Pasto en el establecimiento, podrán también observar el particular trabajo que realizan en la parición, con ovejas que paren en un ambiente de confort, y con muchos mellizos y trillizos.