En audiencia celebrada en la sede del Juzgado Letrado de Paysandú se realizó en la víspera una nueva audiencia contra el femicida de Rosina Tonarelli, de 33 años, quien había desaparecido el 14 de agosto del año pasado y fuera hallada sin vida casi 40 días después, sepultada bajo escombros en un viejo vertedero en las cercanías de Guichón. En la ocasión, se dispuso dar lugar al pedido de Fiscalía de extender de forma excepcional la prórroga de la detención de Fernando Varietti por el plazo de 180 días, previo a lo que será el juicio oral y público a efectuarse en 2024, donde se lo sentenciaría por “un delito de homicidio muy especialmente agravado por femicidio”.
Minutos antes de las 16, vestido con pantalón jean, camisa símil pana de color rojo y championes de lona blancos, Varietti llegó a la sala donde le aguardaba la jueza de Octavo Turno, Natalia López; la fiscal de Cuarto Turno, Cecilia Irigoyen; su abogada defensora y el abogado de la familia de la víctima. Asimismo, tres hermanos de Rosina Tonarelli y EL TELEGRAFO como único medio presente. Fuera de la sala, a una escasa distancia, estaban otros familiares de la víctima, entre ellos su madre y la prima que la encontró semisepultada. Todos permanecieron en silencio, fijaron sus miradas sobre el asesino al recorrer un pasillo pero mantuvieron la cordura, sin decir siquiera una palabra. Igual compostura tuvieron los tres hermanos que entraron a la audiencia y estuvieron cerca del acusado, incluso a uno de ellos le tocó sentarse frente al femicida, separados por la tabla de un escritorio de tan solo 50 centímetros.
CULMINÓ LA INVESTIGACIÓN
Al hacer uso de la palabra, la fiscal Irigoyen repasó el proceso que han venido realizando con las tres instancias previas en que se extendió la prórroga de la prisión preventiva hasta la víspera cuando fue presentada la acusación. En tanto, la nueva extensión corresponde a poder llegar a la instancia de juicio oral y público con normalidad, asegurándose el cumplimiento de la eventual condena.
Posteriormente, la doctora relató las instancias que permiten tener la “semiplena prueba” de la existencia del hecho y la participación en el asesinato de Rosina Tonarelli y en un delito de violencia doméstica, lo cual pudo ser sustentado con los indicios y evidencias que fueron recabadas en el proceso de la investigación, que comenzó el 14 de agosto con la denuncia de su desaparición y transitó su búsqueda hasta el hallazgo.
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“PELIGRO PARA LA SOCIEDAD”
La fiscal hizo hincapié sobre la necesidad de que el femicida continúe tras las rejas a la espera del juicio oral y público, al estar presentes los riesgos procesales de “peligro de entorpecimiento” para la investigación y “peligro para la sociedad”.
En relación al primero, Irigoyen destacó la actitud del imputado luego de la desaparición de la víctima, que permiten sospechar acerca de cómo podría entorpecer la investigación, acceder a testigos y amedrentarlos para que no declaren en su contra.
La fiscal fue concisa al indicar que todo ello representa “un desprecio total a Rosina, a la vida humana y más al género de las mujeres”, sumado a que ese tipo de comportamiento no es nuevo en su vida. En 2015 fue imputado por un delito de lesiones graves –estuvo dos años y seis meses preso– al ser denunciado por su por entonces esposa y madre de sus hijos, de haber intentado matarla. Esto lo repitió en 2018 cuando ejerció violencia contra su pareja de ese momento, por lo que se desprende que su conducta “no es aislada”. Todo ello, “demuestra que Varietti tiene un total desprecio, desapego y menosprecio por el género femenino”, precisó la profesional.
Tras media hora de audiencia, la jueza dio lugar a lo pedido por Fiscalía; lo que fue aceptado tanto por el abogado de la familia de Rosina como por la defensora de Varietti, y se cumplió con la formalidad de documentos. A diferencia de la calma y mesura dentro del Juzgado, a la salida del imputado hacia el móvil policial que lo llevaría nuevamente hacia la cárcel de Puntas de Rieles donde está recluido, se sumaron gritos de “¡Asesino!” y “¡No mataste solo a Rosina, nos mataste a todos!”, de un grupo que se hallaba en la vereda de calle Rincón. → Leer más