Dificultad de colocación de lanas medias y gruesas en Uruguay “es extremadamente grave y preocupante”

La dificultad de colocación de lanas medias y gruesas “es extremadamente grave y preocupante, no ahora, lo viene siendo desde hace bastante tiempo y la verdad es que se hizo poco para evitar lo que hoy sucede”, manifestó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Gianni Bianchi.
El hoy consultor privado se refirió al productor que quemó su lana. “Entiendo o interpreto que eligió el día correcto en señal de protesta y el hecho fue, repito, a mi entender, testimonial en la medida de que ese mismo día, o al otro día, no sé precisamente cuándo fue, se darían cita en el lanzamiento de la nueva zafra ovina en Tacuarembó, todos (o gran parte) de los que de alguna manera u otra forma constituyen esa ‘institucionalidad’ en torno al rubro de que siempre el país se ha jactado, pero que en los hechos y dada la situación actual debería, primero ensayar una disculpa y luego buscar rápidamente una solución, no solo para ese stock de lanas que dicen cercano a 40 millones de kilos, sino qué hacer yo diría con la oveja”.
“Porque los problemas no se restringen sólo a la lana y no veo cuál es plan en tal sentido, más allá del proyecto de erradicación de la bichera, que convengamos es importante, pero que, desde mi punto de vista, de ninguna manera explica la situación actual del rubro y en consecuencia tampoco determinará (si tiene éxito, que ojalá lo tenga) un antes y un después en la ovinocultura nacional”, explicó el profesional.

Especializarse en carne ovina

Consultado sobre qué le indicaría a un productor de Corriedale que no sabe qué hacer con su lana, que además tiene lana en el galpón de zafras anteriores, para que siga con la oveja y no la abandone, manifestó que “a ese productor y a todos los que tengan esa raza, les diría que se especialicen en la producción de carne ovina, en serio y la mejor alternativa es la absorción con razas maternales carniceras”.
Aseveró que son “maternales y carniceras a la vez, porque la variable que más mueve la aguja en la producción de carne es la cantidad de corderos y si bien con la alimentación y el manejo se puede mejorar la tasa ovulatoria, siempre habrá un tope si trabajamos con razas tradicionales. No solucionamos con esto el tema de la lana gruesa, pero si la idea es considerarla casi un costo, hay que maximizar los kilos de carne/oveja y por unidad de superficie y para ello, además de la comida, la elección de la raza es determinante”.
Bianchi profundizó sobre razas maternales y carniceras, “sobre todo considerando lo que se está proponiendo como alternativa en el país. No sólo el Corriedale o el Romney Marsh están en jaque, a mi modo de ver también lo están (en menor medida, pero lo están) el Merilín y el Ideal. Uno se centra en el Corriedale porque todavía sigue representando el 40% de las ovejas del stock, pero no es menos cierto que salvo lanas Merino, todas las demás están complicadas”.
“Mi respuesta es muy distinta, al mensaje mayoritario de que todas las razas tienen lugar en el país y que más que de razas, habría que hablar de sistemas. Los mensajes increíblemente siguen siendo muy poco jugados. Las cosas tienen que decirse claramente como son, aunque ello determine ir en contra de determinados intereses. Acá lo que importa o debería importar, son todos los productores y no sólo los cabañeros”, señaló.
Para el investigador “si estamos en la situación actual, es porque no se dieron los mensajes con la claridad que debieron darse y no me sirve de excusa decir que todos los productores son libres de producir lo que quieran. Está bien plantear que la libertad es libre, pero cuando hay acceso a la información y, además, hay técnicos formados en la materia trabajando en diferentes instituciones, es obligación decir qué es lo que está bien y qué decididamente está mal”.
Y fue más allá, dejando las interrogantes: “¿Nadie se pregunta por qué razón nada más que en este rincón del mundo seguimos aferrados a cosas que se dejaron de hacer hace tiempo en países que paradojalmente se visitan una, otra y otra vez, los tenemos como referencia en el rubro y parecería que no aprendemos nada? Me estoy refiriendo a Australia y Nueva Zelandia. ¿Cuántos ejemplares Corriedale o Ideal existen en esos países? ¿Cuántos ejemplares de la raza uruguaya Merilín se han vendido a algún lugar del exterior?”.

“Son buenas preguntas para que respondan quienes insisten en mantener a como de lugar esas razas. Por el contrario, nuestro mensaje, no dé ahora, te consta que hace tiempo, y por suerte está escrito en todos lados, es que las medias son para los pies y que se impone la especialización productiva. Yo diría que la excepción es el Dohne, un doble propósito moderno y competitivo, lo demás cada vez compite menos o directamente no compite”, enfatizó Gianni Bianchi.

Inventos uruguayos

También se refirió a lo que se viene promoviendo en el país. “Hace poco se promocionaba una nueva jornada de Merilin Plus con una suerte de eslogan que acompaña a esta nueva raza que rezaba algo así como “la raza para los tiempos que corren”. Esta y otras jornadas se han hecho con el aval del INIA, del SUL y en su momento de la Facultad de Veterinaria. Es más, en los campos experimentales, en muchos casos, demostrativos, porque se han desmantelado varios de los equipos de investigación que otrora se desempeñaban en el país, existe (o existió) esta raza y también otro invento uruguayo que es el Corriedale Pro”.
Bianchi sostiene que “la formación de ambas razas es reciente (convengamos que 10 años o menos es nada en una raza), se puede decir que todavía están en proceso de estabilización y desconozco el número de ejemplares en el país que existen en la actualidad. No se puede perder de vista que el 50% de los genes Merilin plus provienen de una raza que sólo existe acá, mientras que el 50% de genes Corriedale pro, provienen de otra raza que, salvo en el Cono Sur, su importancia es cada vez menor en la ovinocultura”.
Pero además, el profesional se pregunta, “¿cuál sería el componente carnicero del Corriedale pro, si el otro 50% de genes no Corriedale, son 25% Milchschaf y 25 % Finnish Landrace? Por otra parte, ¿cuál es el componente carnicero del Merilin plus, si el otro 50% de genes no Merilin, serían 25% Finnish Landrace y 25% Merino? Ciertamente en lana, sería mejor este último que el Corriedale pro, pero para eso, me plantearía absorber directamente el Merilin con Merino y ahí sí mejoro color y finura en serio”.

En cualquier caso, “está argumentado el papel prolífico y maternal del Finnish Landrace (en el caso de Corriedale Pro y Merilin plus) y del Milchschaf (en el caso del Corriedale Pro), también el aporte en calidad de lana que del Merino al Merilin plus, no me queda claro, cuál sería el aporte del Corriedale y el Merilin en estas razas compuestas”.
Por otro lado, “¿qué sentido tiene gastar tiempo y recursos humanos y materiales en crear algo que además de todo, ya existe en el mundo, está consolidado, ha demostrado su aporte maternal y carnicero y además está en el Uruguay hace años? Me estoy refiriendo a Highlander y Border Leicester. En definitiva, creo que ya está todo inventado en este sentido”.
“Quizás, ya que se embarcaron en este emprendimiento, hubiera resultado interesante haber contrastado, pero en serio, el desempeño de las razas maternales carniceras Highlander y Border Leicester ya consolidadas frente a las nuevas razas Corriedale Pro y Merilin Plus que propusieron como alternativa algunos productores de Corriedale y Merilin con el apoyo de técnicos del SUL e INIA. Esos resultados hubieran servido para demostrar, repito si los diseños experimentales son serios, si en realidad hay un aporte a la ovinocultura nacional con estos nuevos materiales”.

Diseños experimentales serios

Para Bianchi, lo de diseños experimentales serios, “viene a cuento que necesariamente cuando uno quiere evaluar razas, es menester contar con información de calidad que contemple un número de ejemplares importante (hembras, pero también machos, porque la variabilidad hacia el interior de cualquier raza para características de crecimiento o lana es grande), hacerlo durante muchos años y en diferentes ambientes, para contemplar la interacción genotipo-ambiente, evaluar diferentes caracteres (porque el ranking de las razas puede variar entre caracteres), etcétera. No cuento con información de que algo de esto se hiciera o se esté pensando hacer; lamentablemente, como ya dije, los equipos de investigación nacional en ovinos están muy disminuidos y veo que eso no preocupa, como entiendo debería”.

Responsabilidad de autoridades

“Respecto a por qué usaron o siguen usando esas razas en los campos del SUL, INIA y UdelaR, es una excelente pregunta para hacerle a las autoridades de esas instituciones, que, en definitiva, son las responsables”, señala Bianchi.
Explicó que en la Eemac “en realidad tengo entendido que hay 50 ovejas Merilín Plus (que eran las mismas que estaban en el Campo de Migues y que vaya a saber por qué ya no están ahí) porque así lo pidió la Facultad de Veterinaria. Hasta donde sé, nada tiene que ver la Facultad de Agronomía. De hecho, desde que me fui el curso de ovinos como tal no se dictó más en la Eemac, la institución así lo decidió. Se hace algo en Salto y con estudiantes de 5to. que toman un curso optativo. Además, agregaría que con 50 ovejas no hay posibilidades de investigar prácticamente nada, independientemente de la raza y en lo que me es personal si el objetivo es enseñar y no cuento con animales, lo haría recorriendo sistemas de producción reales”.