Fotosíntesis

La vida en el planeta Tierra apareció hace unos tres millones de años, cuando unas minúsculas bacterias comenzaron a producir oxígeno mediante la fotosíntesis. ¿Qué es la fotosíntesis? Un mecanismo bastante complicado y difícil de explicar, pero que es esencial para la vida. Un mecanismo que ocurre en el mundo verde, plantas y árboles, donde se encuentra la clorofila, un pigmento que da el color verde, sobre todo a las hojas. Gracias a la existencia de ese pigmento, las plantas pueden absorber la luz del sol y cumplir la función clorofiliana o fotosíntesis, mediante la cual las plantas producen su propio alimento.

Alimento que luego pasa a los organismos animales, incluidos los humanos, a través de las cadenas alimentarias.

Alimento que da energía y que después, permitirá las reacciones químicas en el interior de las células animales, el metabolismo, por el cual, partiendo de los azúcares, se obtienen proteínas. Procesos muy complejos. Pero sólo tenemos que saber que el mundo verde es la base de toda vida, que sin árboles y espacios verdes que nos dan oxígeno y realizan la fotosíntesis, no podríamos sobrevivir, la Tierra se convertiría en un lugar inhabitable. Podría decirse que la clorofila es algo así como el alma de sorprendentes y complicadísimos procesos. Lo más sorprendente es que estos procesos se realizan siempre siguiendo un orden, según reglas precisas. Cabe la pregunta: ¿quién dirige esos procesos? ¿Y los procesos químicos que ocurren en nuestras células? Junto a este mecanismo de la fotosíntesis, está la respiración de los vegetales, un proceso inverso, parece una paradoja. Los vegetales aprovechan el dióxido de carbono de la atmósfera para producir los azúcares y el oxígeno que respiramos, pero ellos también respiran y liberan dióxido de carbono. Para mantener un equilibrio en la atmósfera, es necesario que los efectos de la fotosíntesis superen los efectos de la respiración. Algo dificilísimo de entender, por lo menos para mí.

En estos tiempos de cambios climáticos, la fotosíntesis es más importante que nunca, porque si disminuye, no habrá equilibrio en la atmósfera, habrá menos oxígeno para respirar y más dióxido de carbono para contaminar el aire, dióxido que se añade al producido por las actividades humanas, en este caso, añadido a otros dióxidos, por ejemplo, de azufre y todos los gases que producen el calentamiento global.

Los gases entran y salen de las hojas de las plantas, a través de los estomas. Estos actúan como microscópicas “puertas” que se “cierran y abren”, para dar lugar al intercambio gaseoso entre la planta y el ambiente.

Es todo muy interesante y sorprendente en el mundo vegetal, así como en el mundo animal. La biodiversidad es maravillosa y no tenemos suficiente conciencia de su importancia para nuestra vida, por eso no cuidamos como deberíamos a nuestro planeta.

Si observamos en envés de las hojas del limonero, podremos ver los estomas, esas puertitas por donde entran y salen el dióxido de carbono y el oxígeno, esos gases invisibles pero fundamentales en nuestras vidas.

La energía fluye continuamente en todos los seres vivos, todo comienza en la energía lumínica del sol, que se transforma en energía química mediante la fotosíntesis en las partes verdes de las plantas.

Pero no debemos olvidar que para que la planta cumpla la función clorofiliana, necesita agua, que absorbe a través de sus raíces. Si falta el agua, se complica todo el proceso.Conclusión: es necesario plantar árboles, detener la desforestación, cuidar el agua, adquirir conciencia de la importancia de los recursos naturales. Es necesario actuar ya, si no queremos comprometer el futuro de nuestros descendientes y del planeta.

La tía Nilda