Una narrativa que busca acercarnos a nuestra “herencia guaraní misionera”

Con una gran convocatoria, Juan Carlos Palacios presentó en el auditorio “Miguel Angel Pías” de Casa de Cultura, su relato acerca de la “Historia y Herencia Guaraní Misionera”, basado en la narrativa de su libro “Venimos de pueblos incendiados”, una obra de muchos años de elaboración que recoge la historia de las misiones jesuíticas con los indios guaraníes y nos permite conocer la vinculación directa con el pasado de nuestro país y su población rural. Sobre este tema ha dictado conferencias en Brasil, Argentina, Grecia y Francia, en tanto que la charla ofrecida en Paysandú contó con el apoyo de la Comisión de Patrimonio Cultural de Paysandú.

El título de la obra alude precisamente al trágico final de esos pueblos, que luego se dispersaron por distintos puntos de la región y algunos encontraron protección en nuestro prócer José Gervasio Artigas, integrando la mayor parte de su ejército en Purificación, y que tras su derrota, las mujeres sobrevivientes, viudas de esos soldados, formaron un nuevo hogar junto a los inmigrantes que en aquellos años llegaban desde Europa, constituyendo así la base de nuestra población rural.

Palacios inició su investigación de esta experiencia orientada por la Compañía de Jesús, a partir de la inquietud que le despertó el tema cuando en 1982 transitando junto a su esposa e hijos pequeños “una ruta de Brasil que acompaña el río Uruguay”, ingresaron por un camino de tierra donde “descubrimos algo que nunca habíamos oído hablar”, quedando “deslumbrado con las dimensiones de ese edificio, la arquitectura”, tratándose de Las Ruinas de San Miguel de Las Misiones, siendo en 1983 la primera reducción jesuítica declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Durante la exposición, el autor refirió a la historia, el desarrollo, el esplendor y la caída del sistema jesuítico guaraní, haciendo hincapié en que cuando esa población se dispersó en diferentes países y en nuestro territorio, encontraron en Artigas a un líder. “En Purificación la mayor parte del ejército que estaba en 1815 eran guaraníes provenientes de los destruidos pueblos misioneros”. Más allá de narrativa de diversos acontecimientos que pautaron este período histórico, esta obra evidencia la importancia de la influencia guaraní misionera en el pasado de nuestro país.
Finalizó su exposición mostrando imágenes de las ruinas arqueológicas de algunos de los 30 pueblos que conformaron ese sistema guaraní misionero. En esos viajes que Palacios inició junto a su esposa hace más de 40 años, ha conocido 26 de estos enclaves, al tiempo que la recopilación de cada vez más abundante material y conocimiento lo ha llevado a la realización de la segunda edición de “Venimos de pueblos incendiados”.