En Uruguay venden más de 49 millones de cajillas de cigarrillos de contrabando al año

Los distribuidores de cigarrillos se encuentran movilizados ante los graves perjuicios que están causando al sector los ingresos masivos de cajillas de contrabando y la falsificación de marcas, destacaron a EL TELEGRAFO integrantes del sector.

Gustavo Márquez, uno de los distribuidores y presidente de la gremial que los agrupa, destacó a nuestro medio periodístico que este ingreso masivo se hace a través de la frontera con Brasil, principalmente, y que en Paraguay se falsifican marcas reconocidas que ingresan “sin que nadie sepa lo que le ponen adentro”.

El primer paso de los distribuidores fue plantear el tema ante la Intendencia de Montevideo, por “aumento del contrabando y falsificación de productos. Vienen de Paraguay, con material paraguayo, camiones que pasan por la frontera brasileña y no se establecen controles”.

Indican que la venta ilegal de tabaco se incrementó a 49 millones de cajillas de cigarro por año en comercios y ferias de la capital y de todo el país. La Asociación de Distribuidores de Cigarrillos expresó su preocupación a la Intendencia de Montevideo ante esta situación, y procura que las autoridades se comprometan con el tratado internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Protocolo para la Eliminación del Comercio Ilícito de Productos de Tabaco, firmado por Uruguay en 2014.

Indican que según datos de la consultora Cifra el mercado ilegal en Uruguay moviliza 49 millones de cajillas al año, que de comercializarse de forma legal, generaría una recaudación de $6.000 millones por concepto de IVA e Imesi.

La asociación sostiene que las autoridades deben comprometerse con la fiscalización y aplicación de sanciones, con las herramientas a su disposición, que no se utilizan, y alinearse al protocolo de la OMS que define como “un conjunto de medidas que deben adoptar los países en cooperación entre sí” con el objetivo de “eliminar todas las formas de comercio ilícito de productos de tabaco”.
“Nos preocupa que, de 2008 a esta parte, el mercado ilegal sigue creciendo y que los productos que se venden son más baratos que una flauta de pan y ni siquiera cumplen con ninguna de las restricciones previstas en la Ley 18.256”, señaló Gustavo Márquez, presidente de la asociación.

Previo a la Ley 18.256 (2008) 17 de cada 100 fumadores compraban cigarros en el mercado ilegal (Factum); sin embargo, en 2022 este número asciende a 36 de cada 100 fumadores. “El contrabando se ha naturalizado en gran parte de la sociedad”, afirmó Márquez.

La asociación señala la necesidad de aplicar las herramientas que las autoridades ya tienen a su disposición, como el retiro de mercadería falsa en comercios y ferias o multas a quienes no cumplan con la ley.

“Si se pudo lograr regular algo tan intangible como el humo, los espacios libre de humo, ¿cómo no se puede controlar la venta de un producto que es tan fácil de identificar? Porque las cajillas ilegales no cumplen con las advertencias, fotografías y colores que exige la ley, así como los bajos precios”, destacó Vázquez.

En tren de comparaciones, una cajilla de cigarrillos que en plaza tiene un costo de 200 pesos, se vende a 50 pesos cuando es de contrabando.

En cuanto a las gestiones en marcha, el titular de la agremiación dijo a EL TELEGRAFO que “tenemos solicitada entrevista con la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, y vamos a solicitar un encuentro con el director nacional de Aduanas”, así como con el Congreso Nacional de Intendentes, a la vez de destacar que la problemática más preocupante “es en la frontera con el Brasil, pero el problema se siente en forma acentuada en todo el país”.

Entiende que las autoridades aduaneras deben ejercer controles efectivos y que en el caso de Brasil “la mercadería entra en camiones. Me acabo de enterar de que por ejemplo del lado brasileño, la aduana de Brasil se incautó de dos camiones en una fazenda con contrabando que estaba pronto para ingresarlo al Uruguay”.

“Estamos hablando de enormes volúmenes, al punto de que representa al año 6.000 millones de pesos de evasión, mientras lo único que se hace es seguir aplicándole restricciones al cigarrillo nacional, favoreciendo el ingreso de cigarrillos de contrabando o al falsificado”.