La Blanca Absoluta hizo fútbol contra Olímpico

La selección vuelve hoy a entrenar al Estadio Artigas.

La selección Absoluta de Paysandú entrenó ayer en el Estadio Artigas, en una sesión que para el cuerpo técnico liderado por Carlos Cabillón fue importante, debido a que se le dieron minutos de fútbol a futbolistas que no venían con una carga alta de minutos, por lo que se pudo evaluar jugadores, ensayar circuitos de juego, sociedades, definición, y todo lo concerniente al funcionamiento del equipo en cancha.

El rival fue Olímpico, equipo que este año hizo su reinscripción en la Liga de Fútbol de Paysandú, y que estará compitiendo en la Divisional B, por lo que para el plantel de Olímpico fue una buena oportunidad para hacer fútbol en una cancha ideal para entrenar, pensando ya en lo que será su retorno a la actividad.

Las diferencias fueron notorias tanto desde lo físico como desde el funcionamiento, pero lo que más interesa e el seleccionado es tener a punto al plantel para enfrentar la recta final de la Serie Litoral Norte; para ello Cabillón mandó al campo de juego a jugadores como De León, Picos, Michelena, Núñez, Navadián, Agüero, Cuelho, Moreira, Vidiella, Bilbao y Menéndez. También tuvieron minutos en cancha Trinidades, Andrioli y Juan Agustín Rivero.

Los futbolistas que venían de ser titulares en el clásico hicieron trabajos de fuerza en un costado del campo de juego, y mañana el plantel regresa al Estadio Artigas para hacer fútbol nuevamente, esta vez entre el propio plantel.

Los días jueves y viernes la selección se traslada al Parque Sud América, en donde se ajustarán detalles pensando ya en el partido del sábado ante Tacuarembó. Según el propio entrenador, el objetivo principal está en derrotar a dicha selección para ir encaminando la clasificación, pues la próxima semana el seleccionado cierra la serie viajando en un lapso de 72 horas a Rivera y Artigas con los respectivos regresos a Paysandú, es decir, haciendo 1342 kilómetros en tres días. Un desgaste que claro está, es mejor hacerlo con la tranquilidad de haber ganado primero en casa.