La Inteligencia Artificial generativa y el empleo

El pasado mes de noviembre la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dio a conocer un informe titulado “La Inteligencia Artificial generativa y el empleo: Políticas para gestionar la transición” cuyas principales conclusiones compartiremos en la presente entrega.

1. AVANCES

Según este documento, “los avances en la Inteligencia Artificial, en particular la IA Generativa (GenAI), han desplazado los debates sobre la automatización del trabajo manual y las tareas rutinarias a la preocupación por el futuro de los empleos de cuello blanco y el trabajo del conocimiento (…) es poco probable que la iteración más reciente de GenAI conduzca al ‘fin del trabajo’. No obstante, sugiere muchas transformaciones importantes, cuyos resultados finales dependen en gran medida de las políticas que acompañen la transición. Aunque los datos sobre automatización pueden parecer alarmantes, especialmente cuando se expresan en millones de puestos de trabajo, es importante señalar que la exposición potencial a la GenAI no equivale a la pérdida de empleo. El grupo ocupacional con mayor proporción de tareas expuestas a la tecnología GenAI son los trabajos de oficina, y sin embargo es poco probable que todos los trabajos de oficina desaparezcan de un día para otro, ya que la adopción tecnológica en la práctica es un proceso progresivo, más que inmediato. En muchos países, la adopción puede verse limitada por el acceso poco fiable o el elevado coste de la banda ancha y la electricidad, la falta de competencias digitales necesarias para trabajar con GenAI, así como el coste de los propios sistemas de IA. Estas limitaciones de infraestructura ponen de manifiesto la disparidad de los retos a los que se enfrenta el mundo. Mientras que en los países de renta alta el riesgo de automatización se aplica a una mayor proporción del empleo y afecta desproporcionadamente a las mujeres, estos países también están mejor equipados para hacer frente al coste de las transiciones, tanto en términos financieros como institucionales. En los países de renta baja, la brecha digital existente ofrece una protección temporal frente a la exposición inmediata a la automatización, pero también crea el riesgo de perderse las ventajas de productividad que ofrece la IA generativa”.

2. PUNTOS CLAVES

El informe de la OIT señala los siguientes puntos clave:
2.1) “No es un apocalipsis laboral, sino un cambio: los efectos potenciales de la transformación hacia un ‘refuerzo’ son mayores que la automatización en la mayoría de los países y sectores. Es probable que la GenAI provoque una transformación de las estructuras de las tareas y de los roles ocupacionales. No obstante, es posible que se pierdan algunos puestos de trabajo, lo que hace urgente la necesidad de políticas específicas para gestionar las transiciones y mitigar sus efectos negativos, al tiempo que se intentan aprovechar los beneficios de productividad de la nueva tecnología”.

2.2) “Repercusión variable según los grupos demográficos y las regiones: Las tecnologías GenAI pueden afectar a una amplia gama de ocupaciones. Las tareas de apoyo administrativo están especialmente expuestas al riesgo de automatización. El propio trabajo administrativo es la categoría con mayor exposición tecnológica, con casi una cuarta parte de las tareas consideradas altamente expuestas y más de la mitad de las tareas con una exposición de nivel medio. En efecto, los efectos de la automatización y transformación al refuerzo varían mucho entre países con diferentes niveles de renta y regiones. Dada la mayor representación de las mujeres en los trabajos de oficina, los efectos de la automatización serán mayores para ellas”.

2.3) “Aprovechar el impulso político y social: Aprovechando el interés actual por la GenAI, las acciones políticas deben ser tanto preventivas (anticipando los cambios) como correctivas (abordando las preocupaciones). Las políticas deben desarrollarse a través de la participación colectiva de las diferentes partes interesadas y de procesos sólidos basados en el diálogo, con un papel clave para los gobiernos y los interlocutores sociales”.
2.4) “Repercusiones en las condiciones de trabajo: Aunque la GenAI puede mejorar la productividad, su incorporación puede afectar la calidad del empleo y la autonomía de los trabajadores, lo que hace necesaria la regulación y supervisión de las políticas. Éstas también deberían abordar las condiciones laborales de los trabajadores en el proceso de desarrollo de la IA y centrarse en la calidad de los empleos que surgirán como consecuencia de esta transición tecnológica”.

2.5) “Normas internacionales del trabajo y colaboración: La acción política debe garantizar la aplicación de las normas internacionales del trabajo existentes para gestionar las transiciones generadas por los avances en la IA, junto con un compromiso activo en el debate normativo de la Conferencia Internacional del Trabajo 2025-2026 sobre “El trabajo decente en la economía de plataforma”. Según la OIT, “la voz de los trabajadores, la capacitación y una protección social adecuada serán claves para gestionar la transición. De lo contrario, se corre el riesgo de que sólo unos pocos países y participantes en el mercado bien preparados se beneficien de la nueva tecnología”.

Dr. Rodrigo Deleón

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