“Quienes se oponen al proceso en el vertedero en tiempos electorales deben definir de qué lado están”

La Intendencia de Paysandú mantiene el plan del cierre del vertedero a cielo abierto hacia 2025, con el nuevo proceso de tratamiento de reciclado de residuos en la planta gestionada por la empresa Sandeco. El director de Aseo Urbano y Espacios Públicos, Carlos Batista, recordó que la nueva estrategia forma parte de un convenio con el Ministerio de Ambiente y que los desfasajes en la tarea son propios del proceso que se desarrolla en el predio.
“Allí trabajan más de treinta personas. De ese total, unos 16 son antiguos hurgadores y en los últimos días, ingresaron 4 nuevos. Los restantes son operarios contratados por la empresa. Hasta ahora, el trabajo ha sido normal y las conductas de los hurgadores son entendibles, pero esta decisión forma parte de un proceso”, dijo a EL TELEGRAFO.

Proceso

Explicó que hace unos tres años, el intendente Nicolás Olivera y el secretario general, Fermín Farinha, concurrieron a la Junta Departamental, donde anunciaron el fin del basurero a cielo abierto. “El camión viene desde la ciudad al vertedero, hace unos 100 metros en carpeta asfáltica, vuelca en una platea de hormigón y con una retro se coloca la basura en la cinta. Allí procesan los operarios y ese es el trabajo que se cumple dentro de la planta. Lo que no va encapsulado, se lleva al fondo donde hay pronto un espacio para amontonar las cápsulas y cumplir con el proceso. Todo eso se va tapando, porque así lo indica el convenio”.
Aclaró que “salvo ciertos percances, se trabaja todos los días con la planta al cien por ciento y este jueves se rompió un mangón. Una vez reparado se volvió a la tarea, pero no es cierto que se vuelcan todos los turnos a cielo abierto”.
Según Batista, “no hubo conductas violentas, sino respuestas naturales. Los hurgadores nos transmitieron que recogen comida y productos que luego venden, pero este es el cambio del proceso de tratamiento de los residuos domiciliarios y es algo que esperan los vecinos de la zona desde hace más de 20 años”.

Antecedentes

El jerarca municipal recalcó que “en ese predio todos conocemos lo que ha ocurrido, con el fallecimiento de una persona, el apuñalamiento de un trabajador y el último caso que fue de violencia entre hurgadores, de los cuales uno de ellos pudo salir del CTI. Es decir, son una cantidad de sucesos que ocurrieron en el vertedero con personas que consumen y venden sustancias y eso es de público conocimiento”.
De acuerdo a su versión, mantienen “contacto todos los días con la empresa a cargo de la planta y los consultamos a ver cómo viene el tema del volcado. La empresa dice que en algunos momentos trabajan al cien por ciento y de a ratos vuelcan en el vertedero. Ese punto es el que reclaman los hurgadores, pero es bueno destacar que hasta el momento han sido respetuosos del trabajo de la Intendencia y en ningún momento hubo agresividad o violencia”.

Relocalización

Batista agregó que “esta gestión miró más allá del vertedero. Hay un trabajo social que abarcó la zona, con el barrio El Espinillo y la relocalización de 60 familias. Se amplificó la visión, no es solo cerrar el vertedero a cielo abierto sino solucionar cosas esenciales como la luz y el agua. Es un tema que se anunciaba desde hacía años, pero esta adminsitración lo puso sobre la mesa, tomó un rumbo claro y lo estamos cumpliendo. La diferencia con otras administraciones, es que antes iban improvisando en el camino”.
Finalmente, el director señaló que “estas situaciones me recuerdan que estamos en un año electoral. Pero está bueno que quienes hacen política a largo plazo, tengan definiciones claras y digan de qué lado quieren estar. Desde nuestra dirección, celebramos que se vaya concluyendo un tema que agotó a los vecinos de Casa Blanca, Bassotti y San Félix, con los incendios que ahora, están apagados”.