A los embates que el local bailable W sufre cuando crece el río, por su ubicación en la zona costera, se suma el constante andar de los delincuentes, que lo tienen de blanco fácil y ahora, en menos de dos semanas, han ingresado en al menos cinco ocasiones para robar. “Nos agarraron de punto y ya se me quemaron los papeles con esta situación”, dijo a EL TELEGRAFO su responsable, Eduardo Bugaiov, al optar por dar a conocer lo ocurrido.
“Me han robado en el boliche de la playa unas diez veces, estoy harto ya. Venimos con una seguidilla que, en solo estas dos semanas entraron cinco veces, tenemos todas las denuncias hechas”, indicó. “Creo que los delincuentes –que probablamente sean de la zona– entran de noche por abajo, doblan chapas y después que están adentro pueden trabajar tranquilos. Y salen por la puerta de seguridad que está directo hacia el Rosedal y es una oscuridad total”, agregó.
“Hoy (por ayer domingo) nos encontramos con que se llevaron el cable principal que va desde el contador de UTE hacia el boliche, que ya lo habían robado hace unos días. Además de que se han llevado todos los cables del interior, los que alimentan las barras, los de los extractores de los baños, una hidrolavadora, han hecho un daño tremendo. Tan solo entre cables y mano de obra que hay que ponerle para recuperar todo tenemos fácil más de 200.000 pesos, más los otros daños que hacen para entrar”, comentó Bugaiov.
Lamentablemente “me saquearon cables finos, gruesos, de todo, hasta se llevaron los motores de dos freezers para sacarle el cobre seguramente”, agregó el empresario.
