Tala de monte nativo, caza y tráfico de fauna continúan pese a normativa

Organizada por el colectivo Amigos de los Humedales de Paysandú, se llevó adelante una charla por Coendu (Conservación de especies nativas del Uruguay) en la sala 1° de Julio de EL TELEGRAFO, a cargo de Mauricio Álvarez, sobre la normativa y situación en Uruguay de la tala de monte nativo, caza y tráfico de fauna.

TALA DE MONTE NATIVO

Se mostró la normativa poco conocida por los ciudadanos que consumen –sabiendo o no– leña “negra” o leña de monte ya sea para el fuego de una estufa o para hacer asado. “Se presentó la normativa referente a la tala de monte nativo –con sus complejidades o excepciones— y las dificultades y prácticamente ausencias de control previo, en las cuales el control siempre termina siendo a posteriori ante denuncias de la sociedad civil o alguna actuación aislada de autoridades como la policía rural”, dijo Álvarez a EL TELEGRAFO.

En lo que respecta a la comercialización de leña de bosque indígena, se habló sobre la escasez de permisos que figuran en los comercios que las tienen a la venta y a la vista. “Hablamos de las estrategias que tienen los traficantes de leña para llevar adelante tala ilegal y llegar a comercializarla”.

En un estudio de REDD + UY (Reducción de emisiones por deforestación y degradación del bosque nativo), se detectó que el 96% de la leña de monte vendida en Uruguay no pasó por control ninguno, agregó el representante de Coendu. “Es decir que seguramente más del 90% de la leña que se vende en nuestro país es ilegal; la mayoría de las leñerías establecidas, venden leña ilegal no teniendo los permisos y las guías de tránsito que habilitan que esa leña fue con autorización”.

CAZA DE FAUNA SILVESTRE

En lo que concierne a la caza de fauna autóctona, se definió primero el significado de “caza” en la normativa uruguaya. “El montado de una trampa (de cepo, cimbra, de red, pega-pega, tramperos, etcétera), se entiende como acto de caza, aun cuando no se hayan atrapado animales. Perseguir o acosar ejemplares de especies protegidas, colectar huevos, destruir madrigueras, refugios o nidos, son considerados actos de caza. Envenenar carnizas, colocar cebos tóxicos, efectuar siembras con semillas envenenadas, son también actos de caza, considerados ilegales y de grave entidad” (web ministerio de Ambiente).

Junto al tráfico de fauna, la caza es de las causas más graves que afectan la conservación de especies en nuestro país. Con la mayor parte de ellas protegidas por ley –pero con escasos controles— los cazadores furtivos hacen caso omiso y matan carpinchos y mulitas; capturan tortugas, cardenales y muchas especies más. “Y capítulo aparte merece la caza con perros”.
Ante estos ilícitos que no están tipificados como delito –si bien hay un proyecto presentado para ello– y por ende no tienen pena de cárcel, igual se espera que las personas denuncien porque igual “pueden ir presos por tener armas ilegales”, explicó Álvarez.

“LEYES QUE NO SE CUMPLEN Y NO PASA NADA”

“La ley de fauna de nuestro país es del año 1935 pero como muchas leyes que hablan del ambiente, no se cumplen y no pasa nada”.

“Tanto la ley como el decreto 164 es importantísimo y prohíben en todo el territorio nacional la caza de especies silvestres. En Uruguay se permiten cazar 20 especies. De esas 20 hay un solo estudio poblacional de tres de ellas, que son los patos. El estudio poblacional dice que no deben cazarse los patos, pero igual se permitió hacerlo”. Judicialmente Coendu fue contra el Estado por este tema, pero no les dieron la razón.

ATENCIÓN A DENUNCIAS

Con respecto a las denuncias por caza ilícita en nuestro país, Álvarez dijo que para lograr mejores resultados al momento de hacerla, ellos mencionan la ley 16.320 (ley de presupuesto del año 1992), que amplía a funcionarios policiales, aduaneros y de prefectura, al contralor y represión de los ilícitos contra la fauna silvestre y agrega que incurrirán en falta grave los que, en conocimiento del ilícito, no actúen”. Las multas van de 10 a 2.000 Unidades Reajustables, incautación de armas y vehículos.
En el conversatorio además, se trató el tema del tráfico de fauna tanto a nivel mundial como nacional, concluyendo que la principal causa del mismo es el “mascotismo” y por ende, que si “no hubieran compradores, no habría vendedores”.

DENUNCIAS Y OPERATIVOS POLICIALES

Con la presencia del jefe de Policía Eduar Alvez, se describieron algunas situaciones que a menudo ocurren en el departamento. Muchos concluyeron que es más conveniente denunciar caza abusiva con invasión de propiedad privada que solamente por caza furtiva.

Información proporcionada por el jefe de Policía a EL TELEGRAFO indica que en los últimos seis meses se realizaron ocho operativos por caza abusiva con la incautación de dos carpinchos, tres ciervos, dos mulitas, dos tatúes –todos ellos muertos faenados— y cuatro rifles calibre .22, una escopeta, una carabina y tres armas blancas. También se incautaron dos motos de 125 y 200 cc. De las denuncias, 15 fueron por penetración ilegítima en el fundo ajeno.
Por otra parte, en el medio rural, dos delitos fueron por disparo de arma de fuego, tres por penetración ilegítima en el fundo ajeno y una por porte de arma por reincidente (este último formalizado con prisión efectiva).