Automovilista que chocó y dejó tirada a joven y su hija fue condenado con libertad a prueba

Desde hace 4 meses la vida de Bruna Suárez y su familia cambió abruptamente al ser protagonista de un grave siniestro de tránsito ocurrido camino a Casa Blanca, sobre el puente del arroyo Juan Santos, cuando un automovilista la chocó y dejó tirada –junto a su pequeña hija a quien llevaba de acompañante– sin prestarle asistencia. Desde ese momento, la joven de 27 años permanece en una camilla con dedicados cuidados y asistencia médica, así como ha debido pasar por varias operaciones reconstructivas en procura de garantizar una mejor calidad de vida, aunque “no sabemos si volverá a caminar y a retomar su vida normal”, dijo su madre, Eni Malena Da Costa, a EL TELEGRAFO.

Este jueves, en tanto, la Justicia condenó al automovilista F.D.P.D, como autor penalmente responsable de “un delito de lesiones graves culpable en concurso formal con un delito de omisión de asistencia”, imponiéndole como pena 14 meses de prisión en modalidad de libertad a prueba; debiendo cumplir obligaciones, como prestar servicio comunitario, y la prohibición de conducir cualquier tipo de vehículos”. Para la familia de Bruna es “una vergüenza el fallo que le dieron a este señor. Así está la Justicia. El accidente fue provocado por él el 5 de noviembre pasado, dejando a mi hija en una cama y sin poder levantarse, caminar o trabajar. Pero la Justicia de Dios no fallará”.

ESA NOCHE DEL 5

Tal como se informara oportunamente, la noche del 5 de noviembre una vecina de la zona se dirigía hacia Casa Blanca cuando cruzó un automóvil Chevrolet modelo viejo que estaba al costado del camino parado. “Estaba chocado pero vimos que dentro había un hombre sentado que estaba bien, por lo que no paramos”, relató en ese momento.

“Seguimos camino y a unos dos kilómetros llegando al arroyo Juan Santos en el puentecito nos encontramos con Bruna tirada en la calle, gritando desesperada y desangrándose. Estaba toda quebrada, brazo y pierna, y medio agonizando gritaba por favor que salvaran a la nena que se estaba ahogando”, dijo Valeria Villagra. La menor había caído al agua y “se agarraba como podía de los yuyos porque no sabía nadar”, comentó.

“Mientras yo intenté asistir a Bruna, mi pareja bajó del auto y se metió el agua a ayudar a la nena. Apareció también un matrimonio de una casa cercana que ayudaron a sacar la nena del agua”. La menor viajaba junto a su madre en una motocicleta Yumbo que quedó prácticamente partida al medio junto al camino.

“Ahí nos dispusimos a atender a Bruna que ya no sentía el brazo de la cantidad de sangre que perdía, por lo que llamamos al 911 enseguida. A los 30 minutos más o menos apareció una camioneta de la Policía diciéndonos que la ambulancia no iba ir porque ni a SIET ni a UCEM les correspondía ir hacia ahí”.

“Por suerte había llegado la madre y el padrastro de Bruna que se hicieron cargo, porque ella se desangraba y había que hacer algo. Los familiares dijeron que se hacían responsables y con mucho cuidado entre todos la subimos en el asiento de atrás de la camioneta de la Policía y la llevaron al hospital donde aún permanece internada en CTI y peleando por su vida”, dijo Valeria.

Asimismo, indicó que momentos antes del arribo de la Policía “apareció una mujer diciendo que ella manejaba el auto que las había chocado, que se había encandilado, cuando no había manera porque no existía ningún otro vehículo. En el momento nadie le dio mucha importancia, más allá de que la Policía la interrogó después, porque estábamos abocados a Bruna y su hija. Dijo también que frenó a dos kilómetros porque se le trancó el cambio, lo cual nadie le creyó”, agregó la vecina.

 

UN LARGO PROCESO

“Los que recibimos la noticia del fallo judicial estamos indignadísimos, le dieron menos pena que el tiempo que mi hija estará en una cama. Estuvo dos meses y medio con fierros en el cuerpo y tornillos en la pierna y brazo, operaciones reconstructivas en pelvis y cadera. Ahora está con yeso, que no sabemos hasta cuándo, porque ella está en cama todavía dependiente de nosotros todo el tiempo, tenemos que darle todo en la mano, estar pendientes de ella. Todavía no se puede parar, caminar ni andar en silla de ruedas. Le faltan cantidad de operaciones reconstructivas”, dijo la madre de la joven a EL TELEGRAFO.

Este jueves “fue el día de la audiencia y ese mismo día nos atendió la neurocirujana, por eso no pudimos estar presentes en el Juzgado, ya que a Bruna la vienen a buscar en ambulancia y la pasan de la cama a la camilla para llevarla a Comepa. Su brazo izquierdo está inmóvil, está muerto, no recobró la movilidad porque tuvo desprendimiento de los nervios que bajan de la cabeza al brazo. Tenemos esperanza que con las cirugías que van a empezar en mayo ella pueda recomponer eso”, agregó.

Hace pocos días, en tanto, Bruna fue sometida a una resonancia “donde se descubrió que tenía un golpe en el seno izquierdo, que no se vio en las placas, porque en realidad es que estaban cuidando primero todo lo más grave. Cuando pasó el accidente, estuvo seis horas y media en operación. El doctor nos dijo que no va a volver a caminar porque las cirugías de la cadera y la pelvis fueron reconstructivas, le colocaron placas en los huesos. El hueso que sujeta al fémur se quebró en cuatro partes, el fémur todavía no soldó. La herida inmensa que hizo en la parte de la ingle sobre la nalga, que entraba una mano entera, todavía sigue abierta y sangrando. Podrán imaginarse el dolor que siente para bañarla o moverla”.

Asimismo, Da Costa explicó que al momento del accidente al automovilista “no se le hizo alcoholemia y no se pudo comprobar que estaba borracho, como nos dijeron los testigos que lo habían visto. Él pidió disculpas y se declaró culpable pero en realidad le dieron esos 14 meses que es nada, es como una palmadita en la espalda y lo mandan a tomar mate a la casa. Ojalá él incumpla alguna de esas reglas que le pusieron y alguien lo pueda denunciar y se tomen otras medidas”.

“El dijo que se enteró de la gravedad cuando vino la mujer que llamó y le dijo ‘desarmaste la moto y a la muchacha’, porque no se acuerda de nada, dijo que pensó que la había rozado nomás. Después hizo otras chanchadas por ahí porque circulando a alta velocidad le pasó por encima los perros de una vecina”, contó.

Por su parte, Bruna no cuenta con ingresos para cubrir sus necesidades, más que el seguro que “le da para comprarse remedios mensuales”. Es agotador así, tiene que pasar todo el día acostada, le pesa el cuerpo, no encuentra forma de estar acostada. Nosotros tenemos que estar haciendo todo por ella, y ella se siente incómoda porque es una mujer joven.
Pero dentro de todo vamos a confiar que cuando empiecen las operaciones en mayo pueda recuperar algo de movilidad en el brazo”, dijo su madre.