Desafíos para pensar en colectivo y superar la desigualdad

Mariana González Guyer y María Victoria Espasandín.

De acuerdo a los relevamientos realizados en abril de 2023 por la Dirección General de Planeamiento (DGPlan) de la Universidad de la República (UdelaR) sobre el personal técnico, administrativo y de servicios (TAS), 66,4% de este funcionariado estaba compuesto por mujeres. Del total de estas mujeres el 59,5% cuenta con formación terciaria. Respecto a la distribución por género entre los distintos roles, se destaca la amplia mayoría en el escalafón A (Profesional), donde las mujeres representan el 85,5%. También se observa amplia representación en los escalafones B (Técnico), C (Administrativo) y D (Especializado), en el entorno del 75%. Esta cifra desciende en los escalafones F (Servicios generales) y Q (de particular confianza), pero superan el 60%. Mientras que en el R (de renovación permanente de conocimientos técnicos) representan el 41%. En lo que respecta al estudiantado, en 2022 las mujeres representaron el 60,8% del ingreso a estudios de grado, y las egresadas de ese año el 64,8%. Si pensamos la relación por áreas académicas, del total de los egresos de grado en 2021 en el Área de Tecnologías y Ciencias de la Naturaleza y el Hábitat el 47% corresponden a mujeres; en el Área Social y Artística el 67,3% y en el Área Ciencias de la Salud el 72,6%. Los datos de estudiantes de posgrado representan relaciones similares. En 2020 el 65,6% de estudiantes de posgrado fueron mujeres y representaron 64,4% de personas egresadas ese año. En cuanto a las docentes, en abril de 2021 las mujeres representan el 54,7% y en el área académica que ocupan mayor cantidad de cargos es en Ciencias de la Salud con el 63,5%. Lo que corresponde con la división sexual de determinados puestos de trabajo, como en Enfermería, por ejemplo.

Si bien el 48,2% de docentes de la UdelaR en régimen de Dedicación Total (DT) son mujeres, variando esta proporción al interior de cada área; sólo un tercio de los cargos grado 5 (el más alto de la escala) están ocupados por ellas. En esta misma lógica, se concentran los grados de formación 1 y 2 en las mujeres (60%). A 175 años de la creación de la Universidad, se identifica una mejora en el acceso, y las mujeres son mayoría, pero se identifican barreras que mantienen situaciones de desigualdad al mismo tiempo que se desarrollan acciones para desafiarlas.

ACCIONES QUE YA SE ESTÁN DESARROLLANDO

En el marco de la campaña “Desafiemos las desigualdades”, realizada en colaboración entre diversos equipos de comunicación de la UdelaR, la Comisión Abierta de Equidad y Género (CAEG) y comisiones y comités de género de distintos servicios de todo el país, en el marco del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora el 8 de marzo, el equipo de la radio universitaria entrevistó a María Victoria Espasandín, coordinadora del equipo asesor de la Comisión Abierta de Equidad y Género y a Mariana González Guyer, integrante del Centro de Estudios Interdisciplinarios Feministas (CEIFem) y coordinadora del Observatorio para la Igualdad de Género. Ambas referentes abordaron cómo se expresan las desigualdades de género a la interna de la institución y describieron acciones que ya se están desarrollando y otras que se pueden instrumentar para desafiar esas desigualdades. “El género es una de las variables que define formas de desigualdad muy específicas relacionadas fundamentalmente con el acceso al poder”, apuntó González Guyer. Acotó que “la desigualdad de género no anda sola por la vida, está atravesada por otras desigualdades como la de clase, la étnico racial, la desigualdad entre Montevideo e Interior: es lo que se llama interseccionalidad”. “No es lo mismo ser una mujer blanca de sectores medios y estar en la Universidad, que ser una mujer trans, afro, que trabaja como empleada doméstica”, añadió.

“UN PIENSO COLECTIVO PARA ARRIBAR A SOLUCIONES COLECTIVAS”

En cuanto a las acciones que lleva adelante la CAEG, Espasandín señaló que se trabaja en identificar cuál es el acceso y el control de los recursos que tienen las mujeres dentro de la Universidad y las brechas que existen con los varones. Luego de identificar estas desigualdades, la CAEG las problematiza y las coloca en la agenda de la UdelaR para instrumentar, a partir de ellas, políticas que apunten a revertirlas. Una de las líneas que se trabaja es la de los cuidados corresponsables, tanto en el ámbito laboral como en el educativo, ya que las tareas de cuidados que les son asignadas tradicionalmente a las mujeres causan que sus trayectorias académicas sean más lentas que las de los varones y que tengan menos oportunidades de ascenso y de acceso a cargos. En este marco, se creó una Comisión Central de Cuidados que trabaja, entre otros temas, en la instrumentación de salas de lactancia y espacios de cuidado y recreación que se están generalizando en la UdelaR.

Otro de los espacios institucionales generados en atención a las problemáticas de género es la Comisión Central de Violencia, Acoso y Discriminación que comenzó a funcionar en 2013 y a partir de 2020 cuenta con una política y una ordenanza específica. Además, la CAEG apoya a los servicios universitarios para la implementación del Modelo de Calidad con Equidad de Género, que promueve la transversalidad de la perspectiva de género en todas las acciones: políticas, programas y en las “formas de hacer” en la institución, para no reforzar estas desigualdades sino revertirlas, “generando un pienso colectivo para arribar a soluciones colectivas”. Actualmente, veinte servicios y espacios de la UdelaR se adhirieron al Modelo y doce facultades están certificadas.

INFORMACIÓN Y SISTEMATIZACIÓN DE POLÍTICAS

Por su parte, el Observatorio se propone ser un instrumento que colabore con la formulación, diseño y evaluación de políticas. Para ello, se organiza en tres grandes ejes de trabajo: la construcción de un sistema de información e indicadores; la sistematización de las políticas y acciones que a nivel internacional, nacional, de la UdelaR y de cada servicio se llevan a cabo para combatir la desigualdad; y el relevamiento de la producción de la Universidad respecto al tema de la desigualdad, tanto en enseñanza, extensión, como en investigación. González Guyer opinó que la UdelaR ha dado grandes pasos en la visualización de la desigualdad de género como un problema. Hace veinte años, cuando se creó la Red Temática de Género, no se hablaba del tema: “la Universidad se considera a sí misma como un espacio muy democrático, costó mucho trabajo que comenzara a mirarse y se diera cuenta que es una institución muy antigua, que es muy patriarcal, muy jerárquica y muy masculina”.